Detenido un trabajador del Samur Social por violar a decenas de niños
Rafael Prado, un trabajador del Samur Social (servicio del Ayuntamiento para atender a personas necesitadas) ha sido detenido por violar y fotografiar desnudos a decenas de niños. El material encontrado por la Policía es tan abundante que seguramente se tardará meses en analizarlo.
La detención se produjo el pasado viernes, después de que su propia esposa lo denunciara tras encontrar vídeos en los que Prado abusaba de menores. Según las investigaciones, este hombre de 41 años utilizaba presuntamente su trabajo como monitor de campamentos y de natación para realizar sus vejaciones.
Prado llevaba trabajando como monitor de natación en el polideportivo del Parque Móvil de Madrid 10 años. Hace años también que organizaba campamentos para niños a través de la Asociación Juvenil San Cristóbal, que se llamaba así por ser el patrón del Parque Móvil, donde vivió Prado en su juventud.
En los campamentos, el detenido presuntamente aprovechaba las horas de la madrugada para violar y abusar sexualmente de niños de hasta siete años, con los que además se grababa gracias a cámaras de visión nocturna.
En los vestuarios de la piscina colocaba pequeñas cámaras ocultas para grabar a los menores desnudos. La policía sospecha que podría haber cometido estos abusos desde hace 15 años, aunque los vídeos de los campamentos analizados hasta ahora sólo pertenecen a 2012 y 2011, y después hay material fotográfico de hace muchos más años.
Los padres ignoraban los abusos cometidos a sus hijos, y algunos de ellos se han ido enterando esta semana gracias a la policía. No obstante, aún quedan muchos menores por identificar, y el trabajo va a ser muy duro, pues requerirá la colaboración de los padres para reconocer a los niños.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid se ha hecho cargo de las diligencias del caso, y uno de los jueces de guardia que estaba el domingo en Plaza de Castilla ha enviado a Prado a prisión provisional sin fianza tras ver las pruebas aportadas por la Policía Judicial.
Fue su mujer la que por casualidad se encontró el material y acudió a la Policía Nacional para denunciarlo. En los campamentos, el detenido aprovechaba las madrugadas para violar y abusar sexualmente de niños de hasta siete años, con los que además se grababa gracias a cámaras de visión nocturna.