icardo de la Cierva, Ex ministro e historiador
«Rodríguez Zapatero es masón»
Ricardo de la Cierva
* 79 años
* Catedrático de Historia Contemporánea de España
* Ex ministro de Cultura con Adolfo Suárez
* Escritor y editor
* 150 libros publicados
Por Gonzalo Altozano
Semanario Alba
Editado por Javier Sánchez Bujanda (PD)
Jueves, 12 de mayo 2005
Dice que España vuelve a estar en peligro inminente de desintegración y pone su confianza en que en esta penúltima hora los dirigentes hagan algo. Cree que el nacionalismo es por definición insaciable, que el centro político es bueno cuando no es un disfraz de la derecha y que la masonería sigue teniendo una gran capacidad de influencia. En España también.
A punto de cumplir ochenta años y ciento cincuenta libros, se mantiene lúcido y con una capacidad de trabajo inagotable. Colaborador habitual del Grupo Intereconomía, no tiene miedo de estar en el ojo del huracán.
Pregunta: Hay quien dice que los factores que desencadenaron la Guerra Civil se vuelven a dar hoy. Usted, como estudioso de ese período de la Historia, ¿comparte esa opinión?
Respuesta: Sí y no. España, hoy como entonces, está en peligro inminente de desintegración. Aunque, al contrario que en 1936, ahora es posible la paz. Difícil, pero posible. Por ejemplo, en los primeros meses de 1936 el clima de contienda era inevitable. Ese enfrentamiento a muerte ahora no se da. Hoy hay voluntad de convivencia, la gente no quiere una guerra, salvo una minoría de locos, como los etarras. Otro factor de riesgo es la desunión de la Iglesia y el Ejército. En 1936, la Iglesia estaba muy perseguida, pero muy unida; el Ejército, en cambio, profundamente dividido. Esta división en el Ejército ahora no existe. Por lo que respecta a la Iglesia, también está unida, aunque existan peligrosos focos separatistas que han imposibilitado la reelección de Rouco.
P: Éstos son factores que juegan en contra de un enfrentamiento. ¿Y a favor?
R: Los hay. El más peligroso es la conjunción PNV-PSOE, partido que conserva la E de Español en un prodigio de equilibrio, porque de español tiene cada vez menos. Esa aproximación fue la que inició la espiral bélica del Frente Popular. Ese acercamiento lo personifican ahora Ibarretxe y Zapatero. La entrevista del otro día, que Rajoy llamó con acierto clandestina, entre Ibarretxe y Zapatero me parece peligrosísima. No la veo como un factor de alivio de la tensión, sino todo lo contrario. El plan soberanista de Ibarretxe se ha convertido en el plan misterioso de Zapatero e Ibarretxe.
P: ¿Y cuál es su contenido? ¿La España federal?
R: ¡Pero si España no da para un Estado federal! ¿Que qué significa este nuevo plan? No lo sabemos, porque no nos lo han dicho. ¿Que qué puede salir de él? Tampoco lo sabemos. ¿Quién podría decir que de la aproximación PNVPSOE en 1936 iba a salir la Guerra Civil? Casi nadie.
P: Y dígame, ¿es posible que el pujante nacionalismo vasco sea producto de los delirios de un hombre, Sabino Arana, al que Unamuno calificaba como tontiloco?
R: Eso es un misterio de la Historia, pero es así. Sabino Arana estaba completamente loco. Y el nacionalismo vasco salió sola y exclusivamente de su cabeza. Porque antes de Arana no había asomo de nacionalismo. Es más, no hay un pueblo en España más patriota español que el pueblo vasco a lo largo de su Historia. Quien mandaba la vanguardia cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa, la batalla crucial de la Reconquista, fue el segundo don Diego Lope de Haro, señor de Vizcaya. A partir de este momento, toda la historia de Castilla y de América es la historia del País Vasco. En comparación con su escasa población, la acción de los vascos en América, desde Alaska a la Tierra del Fuego, es la más importante de todas. México y toda la zona del tercio de lo que hoy es EEUU, que dependía del virreinato de México, estaba colonizado y explotado en gran parte por los vascos. Elcano, el primer hombre que dio la vuelta al mundo, era vasco. En las Cortes de Cádiz hubo diputados vascos, y ninguno de ellos pidió la autonomía o la independencia ni nada por el estilo. Sabino Arana fundó el PNV sobre la historia de los agravios de los vascos contra España. Y no hubo tales agravios. Lo de Sabino Arana es de verdad un caso patológico. Los nacionalistas ya hablan mucho menos de él.
P: Cambiando de nacionalismo, ¿la devolución de los papeles de Salamanca a la Generalitat saciará al nacionalismo catalán?
R: Eso es una broma. El nacionalismo, por definición, es insaciable. Su objetivo es la independencia. Lo del Archivo de Salamanca es una exigencia de Carod-Rovira para demostrar el poder que tiene en Cataluña y fuera de Cataluña.
P: Siguiendo con los paralelismos históricos, ¿ve alguno entre la invasión musulmana de España en el siglo VIII y la llegada masiva de pateras hoy a nuestras costas?
R: Hay un autor, injustamente menospreciado, Ignacio Olagüe, que publicó antes de la Guerra Civil un libro cuya tesis era que la invasión musulmana de España en el año 710-711 no fue una invasión militar, sino una infiltración. Esta tesis fue objeto de burlas cuando apareció. Y yo creo que no es tan ridícula. Es evidente que a partir de 711 hubo una acción militar clarísima muy bien llevada por los árabes con la colaboración de los judíos. Lo que pasa es que un año antes, en 710, una primera expedición de tanteo se estableció en Tarifa sin ser hostigada por las tropas de don Rodrigo, empeñadas en una campaña contra los vascos. Esto es, que fue una mezcla de infiltración e invasión militar. En cuanto al paralelismo histórico, yo no lo veo. Al igual que el resto, los inmigrantes musulmanes vienen a España a trabajar. No creo que haya un propósito de invasión como en el siglo VIII.
P: Otro fenómeno que Vd. ha estudiado a fondo es el de la masonería. Es ésta una de las sociedades ocultas que más ha influido en la Historia de los últimos siglos. ¿Lo sigue haciendo ahora?
R: Muchísimo.
P: ¿También en España?
R: También.
P: ¿Son algunas de las políticas del Gobierno Zapatero de inspiración masónica?
R: Todas. Éste es un Gobierno masónico como el Grupo Prisa es un grupo masónico. Y conste que tengo una buena amistad con el señor Polanco, así que no es nada personal. Pero tengo que decir la verdad. La política ferozmente anticristiana y anticatólica de Zapatero en temas como las relaciones con la Iglesia, el ‘matrimonio’ homosexual, la reforma educativa, etcétera, está dirigida a erradicar la influencia de la Iglesia en la sociedad. Eso es la masonería. Ahora Zapatero está un poco más moderado, porque ha visto la reacción mundial tras la muerte de Juan Pablo II y la elección del cardenal Ratzinger como nuevo Papa. Y por si esto fuera poco, ha visto cómo la prensa masónica española se ha rendido a la evidencia de que Juan Pablo II poseía aquellas cualidades que ellos más veneran: dominio de las masas, profundidad espiritual y proyección universal. Y eso que en la época en la que Juan Pablo II acabó junto con Ratzinger con la Teología de la Liberación El inteligente. Y no le digo más.