Para empezar, música de fondo:
Hacen falta 10 victorias en el torneo de Mortal Kombat para apoderarse de un mundo. En 1995 tuvimos la suerte de haber vencido aquella última competición, pero ¿Qué pasaría si Shao Kahn hubiera atrasado el torneo hasta 2024? ¿Saldríamos victoriosos? ¿Perderíamos sin ninguna posibilidad? Veamos:
Shao Khan NUNCA hubiera querido conquistar un mundo como el nuestro en 2024.
Y hay varias razones para ello. 2024 no es el bello paraje de los años 90 donde la gente era feliz y sabían diferenciar qué es una mujer y un hombre. Es un mundo que ha traído incontables decadencias de las que el General Shao no estaría dispuesto a subsanar debido al precio de tiempo/gasto que llevaría convertir nuestro mundo en un planeta de esclavos:
1.- Degeneración genética:
La sanidad ha mejorado hasta un punto, en el que las personas que de manera natural, deberían morir en un intervalo de tiempo reducido, han proliferado y mantenido una descendencia que tan sólo ha reducido la calidad genética del ser humano hasta niveles estratosféricos. Además de tener que sobrellevar tal carga asistencial continua de esos individuos, obtendrían humanos de menor calidad en comparación a lo que hubieran podido explotar bien en 1990. Esa gente superviviente de sus dolencias gracias a la medicina actual que aportan el deterioro genético son los siguientes:
- Personas celíacas.
- Intolerantes/alérgicos a los lácteos.
- Hombres afeminados/Soyboys
- Orgullosos del VIH
- Población musulmana (incesto excesivo) https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.0906079106
- Población con obesidad
2.- Suicidios masivos sociales:
La realidad alternativa desarrollada por la ola woke actual ha creado humanos que no son capaces de gestionar sus emociones y que puede estresarse por el simple hecho de que se le trate sin querer de "el/ella" de manera confusa, y que eso le acarree una depresión durante semanas que estaría afectando al buen rendimiento del esclavo humano medio.
Por ello, gente con la creencia de 30 o más géneros serían por primera vez en su vida forzados a trabajar en un entorno diferente al de calentar una silla y decir chorradas por YouTube. Humanos que no son capaces de definir qué es una mujer o un hombre con menos de 20 palabras serían condenados a ver la verdadera realidad de a que tan sólo saldrían de ella de la única forma cobarde que se les ocurriría que sería mediante el suicidio ante cualquier objeción de su manera de ver la vida como un campo de piruletas.
3.- Mano de obra decreciente a largo plazo.
La oleada feminista ha introducido la semilla del miedo en la mente masculina. Son cada vez más los hombres que evitan interactuar con mujeres, que temen el rechazo y que prefieren pagar una propina desde el anonimato a una mujer para que esta tenga alguna interacción social-digital con él. La escasez de testosterona impulsada por el auge de destrucción a lo que se considera que es una buena mujer ha sido un golpe duro para nuestra sociedad donde se ha visto que cada vez son más numerosas las personas solteras. Esto impide que sea sostenible a largo plazo tener una demografía de esclavos suficientes como para seguir poniendo en marcha la industria del nuevo mundo, siendo un valor a la baja el proyecto de usar humanos con fines de mano de obra barata.
¿Y sí Shao Khan quisiera aún así conquistar nuestro mundo? ¿Podríamos defendernos?
No.
No disponemos ni de los mismos guerreros ni de la misma mentalidad que teníamos en 1995 para ganar el décimo torneo de Mortal Kombat y evitar así el holocausto de nuestro mundo.
Principalmente por que, como sociedad contemporánea, nos veríamos reducidos a llevar al torneo gente que cubriera los cupos de diversidad en vez de llevar a los más preparados. Tendríamos un roster 50% de mujeres y el resto se repartirían entre gente con discapacidad, racializadas o grupos minoritarios.
Veríamos esto:
VS esto:
¿Ninguna posibilidad?
La habría. Si bien es cierto que en términos de testosterona, de voluntad, de inteligencia y de fondo, nuestro equipo diverso es sumamente lamentable, hay ciertas opciones.
Como en el torneo de Mortal Kombat de 1995 se mostró, las armas cuerpo a cuerpo están disponibles para los luchadores.
Podríamos entonces utilizar musulmanas con explosivos adheridos a ellas como una forma de desgaste: En el mejor de los resultados el combate terminaría en empate pero sería un duro golpe psicológico para el bando contrario.
También podríamos usar el truco de las baterias de litio explosivas utilizada hace poco pero en vez de implosionar móviles, lo haríamos con la batería de la silla del luchador en silla de ruedas que mandásemos.
El reto vendría intentar enfrentarnos a Sub-zero y a Scorpio. Estos serían la gran incógnita a vencer ya que pueden atacar a distancia y las armas de fuego están prohibidas.
Lo que sí que sabemos es que Goro no sería un problema:
Con sus 2,26 metros de altura y 249 kilos parecería un rival temible. Pero se ha demostrado hace poco que hay alguien que aún conserva (a expensas del pelo) un nivel de testosterona, agilidad y aguante tan sólo comparable con los mayores guerreros de los años 90 (como Conan, Silvester Stallone o Himan).
El Gran Mighty Maiki:
La esperanza de no ser conquistados recaería sobre sus masivos hombros. Sería la luz que la generación de 2024 podría atisbar en un mundo donde la oscuridad, el wokismo y el buenismo han hecho que tu alma nunca más sea tuya.