#3591 Esa es tu opinión. La mía es que no hay una falsa dicotomía izquierda-derecha sino una dicotomía muy real.
Claro que es posible el rechazo al conservadurismo social/moral y la aceptación a la intervención del estado en la economía. Eso mismo ya lo he dicho yo.
Ese es el liberalismo absoluto, y, como he escrito antes, representa a una parte de la población tan ínfima que el liberalismo necesita aferrarse a las ideas clásicas de izquierdas (liberal moral) o derechas (liberal económico) para poder formar gobierno. Y esto no es una opinión, ya lo hemos visto en Argentina, donde el liberalismo ha tenido que unirse a la derecha judeocristiana para poder conseguir gobernar (como dije antes, chupando pollas de rabinos y ahora poniéndole el culo al Papa).
Es absurdo, y a la vez muy interesado por tu parte, sostener que un liberal debe abrazar los dogmas de la izquierda para rechazar el conservadurismo social.
¿Cómo hace un liberal para rechazar la represión moral de la derecha de origen judeocristiano? Legislando a favor del aborto libre (con su dinero). Apoyando que la gente homosexual tenga una vida libre y plena. Permitiendo una inmigración y emigración masiva y libre (sin ayudas estatales). Viendo bien que alguien transexual se cambie de género (con su dinero). Pero en el momento en el que apoyas estas cosas (que son imprescindibles para ser liberal absoluto) vas a tener el rechazo de la derecha.
Un partido liberal que defienda estas medidas jamás conseguirá el apoyo de los votantes de derechas, y necesitará a los de izquierdas para llegar al poder (porque la izquierda está a favor de la libertad para abortar, para inmigrar/emigrar, para ser homosexual o para cambiar de sexo). Pero entonces no podrá pedir la libertad económica.
Te guste o no te guste (y entiendo por qué no te gusta), la gente es o de izquierdas o de derechas, y vota a partidos de izquierdas o de derechas, que pueden ser más o menos libres y más o menos totalitarios, pero ese es un ámbito completamente secundario. Para llegar al poder, los liberales tienen que situarse en uno de esos dos extremos o jamás conseguirán los votos necesarios (mira el P-Lib en España, sin ir más lejos).
Respecto a lo último, tanto izquierda como derecha deberían estar en contra de la gestación subrogada. La izquierda debería rechazarlo porque atenta contra la libertad moral del individuo (estás aprovechándote de alguien en situación precaria para conseguir un beneficio propio) y la derecha porque atenta contra sus principios religiosos (tu hijo está naciendo en un vientre que no es el tuyo, esto es super herejía en cualquier religión post abrahámica).
Aunque ambos lados lleguen a una misma conclusión, llegan por caminos distintos, y eso es importante. No es lo mismo "no me aprovecho de tu situación precaria porque es moralmente incorrecto" que "no me aprovecho de tu situación precaria porque mi religión me lo impide". Uno lo rechaza porque sabe que está mal, otro lo rechaza porque una fuerza superior lo ve con malos ojos.
La izquierda igualmente restringe la libertad personal de las personas
Es que la gestación subrogada que rechaza la izquierda no es la de la libertad moral, es la de la libertad económica. Es un intercambio de bienes y servicios: yo te doy dinero y tu me das un bebe. Esa es la parte de la gestación subrogada que la izquierda restringe, la parte económica. De hecho la izquierda ha planteado ya en varios países la gestación subrogada gratuita. Con esa no hay problema.
Y la derecha la restringe pero no por libertad económica (esa parte la ven bien), sino por la libertad moral (religión) y sus dogmas. La derecha ve bien que puedas pagarle a una mujer del tercer mundo para que tenga tu hijo: es un intercambio de bienes. Si no fuera por la religión que traen consigo todos los partidos de derechas, estarían a favor sin problemas.
Dos caminos completamente distintos (izquierda-derecha), dos motivaciones distintas (moral-económica). Misma conclusión, sí, pero no son lo mismo. Porque no es lo mismo no cenar por hacer ayuno intermitente que no cenar por no tener nada que llevarte a la boca, aunque la conclusión sea la misma (pasar hambre).