“Me voy a por un bocadillo y me okupan la casa”: el calvario de un hombre que sufrió dos okupaciones en 24 horas
Parece el guion sacado de una película, pero es la dura realidad que ha vivido Ildefonso, un vecino de Cobisa, Toledo. Todo comenzó una mañana como cualquier otra, cuando salió de su casa temprano para ir a trabajar. Horas más tarde, su rutina se vio interrumpida por una llamada urgente de una vecina que le alertaba sobre un incidente en su vivienda: unos okupas habían aprovechado su ausencia para irrumpir en su hogar.
Al llegar al lugar, se encontraron con una escena de devastación: los okupas habían destrozado muebles, tirado libros por el suelo y sacado pertenencias al exterior. “Estaban sentados en el porche, habían sacado una piscina, sombrillas y muchas sillas de la casa. Llenaron la piscina y abrieron el agua, que estuvo corriendo hasta que conseguimos que se fueran sobre las 10 de la noche”, contó relató María, la hermana de Ildefonso, en el programa ‘TardeAR’. Ildefonso se encontraba en el cuartel de la Guardia Civil denunciando, otra vez, la reokupación de su propiedad.
A pesar de que la Guardia Civil fue alertada de inmediato, las leyes vigentes no permitieron un desalojo rápido, ya que la ocupación no había superado las 24 horas requeridas para considerarse ilegal. “El alcalde estaba con nosotros, apoyándonos en todo momento. Llamó a la Delegada del Gobierno para pedir ayuda, pero la Guardia Civil decía que no se podía hacer nada hasta que pasaran 24 horas”, explicó María, mostrando la frustración de la familia ante la falta de acción.
Tras varias horas de tensión, los okupas finalmente abandonaron la casa esa misma noche, pero no sin antes llevarse objetos de valor en presencia de la Guardia Civil. “Se llevaron bolsas con ventiladores, ropa, una televisión, bicicletas... Todo en nuestras narices, y con la Guardia Civil en la puerta. No podíamos reclamar nada porque ellos decían que no podíamos testificar si era nuestro o de ellos”, lamentó María.
El alivio de la familia fue efímero. A la mañana siguiente, mientras intentaban limpiar y reparar los daños, Ildefonso salió por unos minutos a comprar un bocadillo. Durante su breve ausencia, los okupas regresaron y volvieron a tomar posesión de la vivienda. “Mi hermano salió a comprarse un bocadillo y en esos diez minutos, se la han okupado de nuevo. Cuando le saltó la alarma en el móvil, volvió corriendo, pero ya estaban dentro, sentados, en las mismas sillitas, riéndose de todo el mundo y diciendo que la casa iba a ser para ellos”, relató María con indignación.
La situación escaló cuando una de las okupas se autoagredió con un cuchillo cuando la Guardia Civil finalmente intervino. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades lograron desalojar a los okupas, pero no sin antes recibir amenazas de que regresarían. “Han gritado a todo el pueblo que iban a volver. Nos sentimos indefensos porque vemos que la Guardia Civil viene y no puede hacer nada frente a ellos. Es desesperante”, concluyó María, reflejando el miedo y la incertidumbre que ahora inunda a su familia y a todo el pueblo de Cobisa.
Aquí una entrevista a los afectados: https://www.mitele.es/programas-tv/tardear/2024/top-videos/okupan-casa-toledo-40_013092168/player/