Vivir en el mundo de fantasía de “Game of Thrones” puede ser brutal, especialmente para los niños. Si no, pregúntale a la joven Maisie Williams, quien interpreta a la niña de 11 años Arya Stark.
En el episodio de este domingo, “The pointy end”, Arya se enfrentará a un gran peligro, y esas tramas, aderezadas con desnudez explícita y sexo dejan claro que “Game of Thrones” no es para niños.
“Mi mamá me deja verlo todo”, admite Williams, de 13 años. “Normalmente me tapo los ojos en algunas partes porque me dan vergüenza, pero al final todo se trata de una actuación. Y he visto la decapitación y esas cosas. Parece aterrador, pero sé que durante el rodaje, en la vida real, no fue malo”.
Pese a verse expuesta a situaciones bastante adultas, Williams permanece refrescantemente brillante y se identifica con su energético personaje.
“Describo a Arya como una fiera masculina”, dice. “Le gusta romper las reglas, y no le gusta ser como todos creen que debería ser. Me gusta jugar en la calle . Cuando estaba en la escuela primaria mi mejor amigo era un chico, y siempre andábamos bromeando, escalando árboles, ensuciaba mi ropa y todo eso. Era una pesadilla a la hora de lavar la ropa, pero era divertido. Siempre pongo un poco de Maisie en todo”.
La mayor antagonista de Arya es su hermana mayor Sansa, mucho más femenina y refinada, interpretada por la amiga en la vida real de Maisie, Sophie Turner. Sansa siente completa devoción por el malcriado y corrupto príncipe Joffrey (Jack Gleeson), e incluso ha llegado a mentir para protegerle.
“Arya cree que Sansa es un poco tonta, inconsciente de lo que le rodea”, explica Williams. “Encuentra irritante que Sansa siempre esté hablando de príncipes, casarse y tener hijos, algo que Arya ve muy lejano y considera una pérdida de tiempo. Joffrey no es bueno, y Arya puede verlo, pero Sansa no. Arya definitivamente intenta hacer ver a la gente lo que sabe, pero a veces no es el mejor modo, y se mete en problemas”.
Pero ningún problema se acerca a los que tendrá Arya cuando los guardias que apresaron a su padre vayan a por ella. Por suerte, el maestro Braavosi de lucha Syrio Forel (Miltos Yerolemou) le ha enseñado los rudimentos de defenderse, y además interfiere en su favor. Williams nunca había hecho esgrima profesionalmente, y tenía ganas de aprender para “Game of Thrones”.
“Le pillé el truco rápidamente”, dice. “Pensé que sería como aprender una rutuna de baile. Es como un movimiento detrás del otro, y sabes el orden de lo que viene. Trabajas junto al otro actor, porque no puedes lanzar la espada a donde sea. Tienes que atacar a ciertos lugares para que la reacción pueda llegar al mismo tiempo. De otro modo, parece muy falso”.
Pese a que Williams dice no ser la mejor espadachín, al menos intentó mantenerse fiel a un aspecto del personaje de Arya de las novelas.
“Soy diestra, y cuando mi mamá leía el primer libro, me dijo que Arya era zurda”, dice. “Desde entonces pensé que haría todo con la mano izquierda. Cuando practicaba en el jardín hacía las cosas con la mano izquierda para sentir ese ritmo. Desafortunadamente, cuando llegó el rodaje tuve que hacer cosas con la mano derecha debido al ángulo de cámara y todo eso. Así que algunas personas están enfadadas porque Arya no sea siempre zurda. Quería hacerlo. Realmente quería hacerlo. Pero a veces era demasiado complicado, y no se pudo”. Se consuela pensando que un “bailarín del agua” Braavosi probablemente fuese ambidiestro. “Estoy segura de que Syrio enseñó a Arya a usar ambas manos”, dice.
“Game of Thrones” ya ha renovado para una segunda temporada, pero hasta que empiece a rodar este verano, Williams está contenta de estar lejos del set de Belfast en Irlanda.
“Lo que definitivamente no echaré de menos de cuando estábamos en Belfast”, cuenta, “es que los baños que tenían estaban llenos de arañas, y no puedo soportar las arañas. Son la cosa más aterradora de este planeta. Fue horrible. Odiaba ir al baño allí”.