#16024 En medio de un momento de pasión se dicen muchas tonterías, imagina, recién expulsada, Pol no le va a decir "vete a tomar por culo, pedorra, que te aguante tu madre que por fin me he librado de tí, loca de mierda" aunque lo piense, además, si Pol cree que no va a volver a ver a Adara no tiene porqué convertirse en una monja de clausura y menos con una persona que conoce desde hace un mes (En la casa todo se magnifica blablabla). Deberá relacionarse y todo eso, a fin de cuentas, sigue siendo un concurso de convivencia. ¿Qué tendría que hacer con Miguel, apartarlo a empujones? Yo no lo veo.
Además, estamos hablando de la dignidad de una persona que siempre se la ha negado al resto de la casa (Salvo a Bárbara). A Miguel le ha puesto poco menos que de acosador, a Montse la ha tratado de tonta, a Pol le ha hinchado las bolas con tanto chantaje sentimental, a Clara la ha intentado dejar poco menos que de Hitler, ¿Por qué tendríamos que preocuparnos ahora de que Adara sea la cornuda de España? Merece eso y más.