Los episodios siguen el mismo patrón que cualquier serie de investigación (El Mentalista, House, CSI, Numbers, etc...), sólo que esta vez la clave para coger al malo es la comunicación no verbal, sorprendiéndole cuando miente gracias a los microgestos que sólo el sagaz protagonista es capaz de percibir.
La principal gracia de esta serie es que el protagonista es una especie de "detector de mentiras con patas", capaz de saber incluso si le has sisado a tu santa madre los cambios de la compra.
Más allá de las investigaciones en las que siempre está la explicación científica de rigor (¿hey, he dicho "rigor"?), una de las cosas que más me llaman la atención es que Tim Roth interpreta este personaje como un individuo gris, que se percata de la enorme cantidad de mentiras que pronuncia la gente constantemente, pero que rehúsa a dar a conocer la verdad ya que "la mentira forma parte de la esencia misma del hombre". Ya veremos cómo evoluciona el personaje durante la serie, pero de momento me gusta esa mezcla entre "Dexter" y "El Mentalista".
El típico secundario cómico es el ayudante que tiene en la oficina, un tipo que dice lo que piensa en todo momento, sin importar si es inapropiado o embarazoso. Lo que él mismo llama "sinceridad radical". Risas buenas con frases como "Quiero acostarme contigo. ¿Tengo alguna posibilidad?".
Una serie que puede quedarse en poco más que la imitadora de "El Mentalista", o evolucionar a algo más si los guionistas se lo curran un poco.
Ya veremos.