The Wire

Frank Sobotka...
Una clase de jefe difícil de encontrar en el mundo laboral. Una persona dedicada a su trabajo y familia. Ganándose el respeto y cariño de sus colegas por actuar como un verdadero líder. Siempre tratando a todos sus empleados como miembros de su propia familia. No fue un padre perfecto pero tuvo la suficiente paciencia para cuidar a un malagradecido y pendejo hijo que arruinaba todo lo que tocaba. Y aunque tuvo un trágico final logro salvar a su sobrino de las garras de la mafia. Haciéndole perder algunos millones al griego y sacar de quicio a un pez gordo de la policía en el proceso. Un hombre que encaro continúas desgracias y mala suerte, y se mantuvo luchando hasta en sus últimos momentos. Estoy seguro que aún sabiendo su desafortunado destino al reunirse con el Griego, Frank no dudaría en arriesgar su vida para salvar a su hijo y sobrino. Su asesinato fue injusto y desgarrador, pero creo que enfrento la muerte como un verdadero macho alpha. Es evidente que le dió una buena hostia al agresor por el análisis forense de sus manos ensangrentadas.
En la vida real es común tener jefes ambiciosos y fríos como Stringer que tratan a sus empleados como peones prescindibles, o jefes déspotas con mal genio como Rawls que pueden joderte la vida solo por no caerles bien. Pero yo solo le mostraría mi lealtad a un jefe como Frank, que pide prestado tu carnet para trabajar sin quitarte tu paga y nos invita una cerveza al salir de la jornada laboral.

Me está encantado el personaje de Colvin. Yo también quiero experimentar ese momento en que te falten pocos meses por jubilarte, te vale madres todo y jodes a tus superiores

. Grité un fuerte "CARAJO!" al frente de mi pantalla con la escena de Prez disparándole por error al policía.
. Era predecible la caída de Colen, pero no evito que me invadiera un profundo sentimiento de impotencia al verlo degradado y humillado frente a todo el cuerpo de policía. Aunque muchos pueden odiar a Rawl, para mí el verdadero cabron fue Herc actuando como un malagradecido, dandole la espalda a un buen jefe que lo cuido (igual que McNulty con Daniels).
. Que poética e irónica la muerte de Stringer. Sufrió las consecuencias de su traición y no pudo salvarse por su propia mania de cerrar las puertas con llave al hacer negocios. Una inteligente parodia y crítica al sueño americano/capitalista (ascender en el mundo empresarial legítimo con solo estudios y ambición).
. En otras series de televisión, McNulty sería el típico "policía rompe reglas" que logra obtener el perdón de sus jefes y compañeros por resolver los casos. Me encantan que aquí se salgan de la ficción y McNulty reciba las consecuencias de sus acciones. Ganándose la desconfianza de sus compañeros y jefes. Un verdadero desastre en sus relaciones personales por su adicción al trabajo. Tampoco logro ganarle a su "rival" Stringer y llevarlo ante la justicia sin una conclusión "épica" o "memorable", solo termino con vacío e insatisfacción.
. Todo el diálogo entre Omar y Bunk me parece una de las reflexiones más profundas que he visto en los medios audiovisuales. Todas las frases de Bunk me golpearon porque también representa la actual situación de mi barrio: el fin de la comunidad por la violencia, e idealización hacia los criminales.

Solo les falto poner a las estudiantes de 14-16 años embarazadas en el salón de clases para reflejar la decadencia de los liceos de mi país (y de varías regiones de LATAM). Todas las historias de los nuevos personajes adolescentes de esta temporada representan a la perfección muchas de las situaciones que sufren los jóvenes de los barrios de Miranda.
Herc se corono como el policía más estúpido y incompetente del elenco: arruina su propio caso para buscar una maldita cámara y evitar el regaño del jefe, deja a su suerte al pobre Bubbles después de prometerle protección de un ladrón agresor, jode el caso de Bunk, y termina molestando a un inocente reverendo. Un puto bruto sin neuronas. Además de ser tremendo maricón por no tener el valor de encarar a un oficial que claramente es incapaz de dirigir. Nada que ver con McNulty, Daniels, Frank o Nick Sobotka que no tienen pelos en la lengua para decirle sus verdades a sus superiores sin miedo a las represalias. No creí encontrar otro personaje tan repulsivo como Ziggy.
Por un momento tuve esperanzas de que Carcetti y Daniels lograran limpiar el cuerpo de policía de Baltimore, y Prez junto con Colen mejorarán el sistema educativo, pero la serie al final te da un duro golpe de realidad.
Bodie te odie en la primera temporada por matar fríamente a Wallace, pero ahora... Descanse en paz soldado.

En el momento en que ví a McNulty decaer de nuevo al alcoholismo y las infidelidades en el primer capítulo, supe de inmediato que no tendría un final feliz. Es curioso como en la anterior temporada McNulty finalmente lograba encontrar el equilibrio y la felicidad en su vida personal por abandonar su obsesión por resolver casos, pero después de sufrir el sentimiento de culpa y resignación por la muerte de Bodie retoma su papel como detective para hacer justicia, pero ese mismo sentido del deber policial lo terminaron por llevar a la arruina, dañando a más personas en el proceso. Todo muy irónico y poético.
La muerte de Omar me tomo por sorpresa, y vaya risas con la escena del agente del FBI describiendo a la perfección la psicología de McNulty con el análisis del falso asesino serial. Fue una genialidad que todo terminará de forma cíclica, con nuevas personas reemplazando el rol de sus antecesores en el juego sucio