Viaje Costa Este USA 2009 - Diario de abordo

Actualizados Días 3 y 4.

#20 Realmente el metro esta bien y mal.

Por una parte es el mejor medio para moverse por la ciudad y es barato, no suele dar problemas y funciona correctamente.

Por otra parte estuvimos en verano y si en la calle hacia mucho calor... en el anden del metro imaginate... Pues era entrar a los vagones y MORIRSE DE FRIO por el aire acondicionado. De hecho, la mayor pega q tuve es q a partir del 3º día si me metia en el metro me dolia la cabeza de mala manera, por los cambios de temperatura.

Lo único que has de saber del metro es controlar el mapa y a qué anden meterse. Se diferencian en Uptown y Downtown. Desde el punto en el que estes, uptown es hacia el norte y downtown hacia el sur.

El primer día cuesta (mas que nada porque downtown siempre habia sido centro de la ciudad para mí). Pero en cuanto coges carrerilla esta chupao y funciona bien.

Gracias a todos, a ver si mantenemos el post a flote

Actualizado Día 5

Día 8 – De NY a Boston

Lo hecho, hecho está. Se acabó lo que se daba en NY y no podemos quejarnos de nada. De momento todo casi perfecto, está saliendo el viaje redondo.

Nos levantamos de la cama en nuestro hotel neoyorquino, recogemos las maletas, nos damos una ducha y damos un último paseo por “nuestro” barrio en NY. A las 13:30 tenemos que estar en el aeropuerto, así que nos tomamos con calma nuestras últimas horas.

Teníamos varias opciones para llegar al aeropuerto. Coger un bus desde la Grand Central Terminal al aeropuerto (15 dólares), que no nos interesaba porque teníamos que ir con las maletas por el metro y además se nos había acabado el bono de una semana. Coger un taxi, que descartamos por caro. Y coger un shuttle. Se trata de unas furgonetas que se podrían considerar término medio entre taxi y autobús. Avisas en tu hotel el día anterior de a donde quieres ir y te lo gestionan. Por lo que a nosotros, por 20 dólares cada uno, nos vino un shuttle a nuestro hotel, nos cogieron las maletas y nos llevaron al aeropuerto con otros 4 turistas. Fue bastante cómodo y sencillo. Es un medio “nuevo” de transporte que merece la pena según para qué cosas.

Antes de todo esto, como bien he dicho, nos fuimos a dar un paseo por el Flatiron District. Para desayunar nos comimos la fruta que nos quedaba y a mi novia le entró mono de un sándwich que habíamos desayunado otro día. Se trata, al igual que en otros muchos sitios de NY, de una tienda regentada por chinos (con empleados sudamericanos) en la que le pides un sándwich del tipo que quieras y te lo hacen al momento. Claro, para freírlos usan mucha mantequilla y es un poco pringue.

El caso es que unos días atrás nos costaron un par de sándwiches, un zumo y un café unos 8 dólares. Bien, pues ese día, mi novia entró a pedir un sándwich, le dijeron algo que no entendió muy bien y dijo sí, y le cobraron por un miserable sándwich 5 dólares. Nos quedamos flipando, pensando que nos habían timado pero… no! Habían matado un cerdo para hacer el desayuno a mi niña XDDD.

Bueno, bueno, ya con la tripa llena y agradable descanso en un parque se nos acerca la hora de partir y vamos al hotel a coger el shuttle. Vamos recogiendo a otros turistas en otros puntos de NY y con un poco de tristeza nos despedimos de la gran manzana. Llegamos al aeropuerto, buscamos nuestro Rent-a-car (Dollar se llama la empresa) y gestionamos nuestro coche. En principio nos iban a dar un dodge charger, que a mí particularmente me volvía loco, pero finalmente nos dieron un Chrysler 300 de color blanco. Por lo que se ve, el cambio era a mejor y es que en ese momento no tenían chargers. Por otra parte, recuerdo que el alquiler de coche nos costó 300€ por 11 días. Pero antes de coger el coche, nos recomendaron en el rent-a-car que cogiéramos un paquete que incluía seguro a todo riesgo y mil asistencias por 69€, así que por precaución lo hicimos.

Ponemos rumbo a New Haven, que se encuentra entre NY y Boston. Empiezo a conducir y me meto de lleno en Manhattan (cosa que quería evitar a toda costa) para coger la carretera camino a Boston. No nos cuesta mucho salir de la gran manzana y ya sí, empezar a devorar kilómetros.

Recomiendo encarecidamente que os llevéis el GPS desde España, ya que aquí cuesta 10 dólares al día alquilar uno con la empresa. En mi caso, probé y requeteprobé uno en mi móvil, un Samsung Omnia. Después de indagar por varios foros, me instalé el Igo8, lo probé y me funcionaba bien. Lo optimicé para conseguir satélites rápido, le metí los mapas de los estados a visitar en EEUU y voilá! GPS por lo que vale un móvil. No dio prácticamente ningún fallo. Todo perfecto. (y más os vale que no os falle el GPS en sitios concretos porque os cagaréis en todo con la cantidad de carreteras y carriles que hay allí).

Bueno, proseguimos la marcha. Antes de nada decir que tras mucho ojear por foros, nos recomendaron (si se tiene tiempo) pasar por New Haven o Newport, que son dos ciudades pequeñas con mucho encanto. A nosotros sólo nos dio tiempo a ver New Haven, que es famosa por su universidad, la de Yale.

Una vez que llegamos al downtown, nos metimos de lleno en Yale. Aparcamos el coche, pagamos religiosamente el surtidor-quita-multas y buscamos un lugar donde comer, ya que eran casi las 16:00. Paramos a un par de chicas con pinta de estudiantes empollonas para que nos dijeran qué ver. Y su respuesta fue: Yale University and no more. Así que miramos más o menos lo que había por visitar y elegimos un bar para comer algo.

Hartos ya de tanta comida basura, empezamos con el plan “oh cielos, mi tripa no es lo que era!” y atacamos a un par de ensaladas.

Una vez servidos y saciados, emprendemos el paseo en busca de colegialas cachondas (que noooo!!!) y “gilis” para corroborar que los estereotipos americanos existen. Pero no, se ve a poca gente, todos ellos con pinta de tener bastante dinerito y poco movimiento. Debía de ser la primera semana lectiva, así que no había todavía mucho movimiento por las calles.

Sí que hay que decir, que al menos a mí se me cayó un mito sobre las universidades americanas. Las de más prestigio lo son por el dinero que cuesta entrar en ellas y no por lo alumbrados que son sus alumnos. Molan los edificios de estilo más clásico que recuerdan a cualquier ciudad inglesa que se precie, pero no son tampoco como para hacer una visita de más de dos horas.

Pues finalmente nada, no vemos nada relevante en cuanto a gente y nos quedamos con una sensación de pufo interesante. La universidad está bien, es bonita, pero no se puede acceder a su interior (todo va con tarjeta para el acceso). Sólo vemos a algunos estudiantes indios y chinos con pinta de tener muchas ganas de comerse el mundo con los libros.

Cogemos el coche y volvemos a la autopista.

Como dato anecdótico os voy a mostrar algo en lo que los americanos están a años luz de nosotros. En cada carretera que se precie hay unos carteles que te indican cuantos kms quedan a la siguiente gasolinera (aquí también suele haber) y lo que es mejor, que restaurantes de comida rápida hay.

Y por último sacamos una imagen de la autopista por la que estuvimos circulando. Normalmente las carreteras suelen ser de dos o tres carriles, pero hay puntos en los que estuvimos circulando por vías de 6 carriles… Y aún así había atascos serios.

Tras dejar Yale y New Haven atrás, no pudimos seguir por Newport (conocido por tener uno de los paseos marítimos clásicos más bonitos de EEUU y unos restaurantes de mariscadas muy buenos) por falta de tiempo. Llegamos a Boston y como era de noche y nuestro hotel estaba a las afueras, decidimos quedarnos a descansar en el mismo.

A modo de anécdota recuerdo que andar con el coche por las calles periféricas de Boston fue divertido, ya que siendo de noche, pasamos por calles en las que había niños y no tan niños con skates y caras y pintas de tener malas pulgas. Mi novia pensaba que estábamos metiéndonos en un nuevo Bronx pero no fue así. Nuestro barrio para los tres próximos días era un barrio predominantemente sudamericano.

Al llegar al hotel vimos que había un supermercado bastante grande al cruzar la carretera y entré a comprar algo mientras mi novia dejaba las maletas en el cuarto. Un nuevo mundo se abría ante mí: los supermercados americanos. Allí todo era King Size (tamaño rey). Pensé comprar algo de fruta y algo para desayunar, pero me quedé idiotizado viendo muffins, pasteles, tartas, cereales de tooooooooooodos los tipos y marcas (al más puro estilo Burns diciendo “conde chocula?” ). Fue toda una experiencia.

En fin, que me alargo mucho. Tras realizar las compras llegué al hotel y entré en la que sería la mejor habitación de todo el viaje. Todo muy completo y no muy caro (había piscina interior, gimnasio, pcs con internet… de todo). Así que la estancia prometía ser agradable.

Día 8 completado