[...]Tanto gilipollas y tan pocas balas[...]
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Foto y avatar: Mi ídolo, El rey del pollo frito.
Cosas que hacen grande la estancia en Sevilla:
· Aparcacoches o gorrillas que te obligan a pagar por estacionar un vehículo en un aparcamiento del gobierno. De no ser así puedes darle un último beso a tus ruedas, radio o cristales porque será la última vez que los veas con vida. Suelen decir que ellos jamás se atreverían a dañar algo que no sea suyo, es pura casualidad. Gitanos, yonkis y demás grandeza humana conforman este sustrato social.
· Centenares de coches de caballos que depositan unas lustrosas mierdas de campeonato por la ciudad, sus dueños deben pensar que los equinos cagan rosas y no huelen una "mierda". Cabe destacar que si pasas a su lado te preguntan: "¿Quiere un coche de caballos?" Porque claro, si lo quisieras no se lo ibas a pedir, ellos te tienen que "invitar". De los precios, mejor ni hablar.
· Otro submundo sevillano son las gitanas que rodean a la Giralda, monumento que caracteriza como ningún otro a Sevilla, con sus ramos de romero y que, amablemente, te los regalan, que buenas personas. Decir que las gitanas, en su mayoría retrasadas y analfabetas, te obligan a pagar la "voluntad" (¿Pero no era gratis?) y nunca tienen cambio para esa "voluntad", que casualidad. Son tan sumamente gilipollas que si les miras mal, les respondes o simplemente le devuelves su puta mierda de romero te maldicen con frases al más puro estilo gitanil: "ay payo, mala mosca te pique y no tengas cura, mal cáncer te entre...". Exterminio ya, por favor.
· Las 3000 viviendas. Ese gran barrio de ¿protección oficial?, ese barrio que reúne el mayor porcentaje de gitanos, traficantes y delincuentes por metro cuadrado. Ese gran barrio que ha sido creado para alojar en él toda la mierda de la provincia. Ese gran barrio que ha sido destrozado por sus inquilinos hasta el punto de que los taxis, autobuses y policía no puede entrar. Ese gran barrio de casas regaladas a estos subseres mientras hay gente honrada que las necesita de verdad y tiene que estar treinta años pagando una hipoteca. En definitiva, ese gran barrio que si fuera eliminado con una bomba atómica no haría derramarse ni una sola lágrima en el mundo.
· Los kanis. Dícese de ese grupo de gente con una edad que ronda los 13-25 años. Se les puede reconocer por su actitud de delincuente gratuito. En su gran mayoría bakalas de tres al cuarto que adornan sus cabezas con peinados al más puro estilo cenicero. Suelen llevar gafas de sol y gorra en las soleadas noches sevillanas. Grupo defendido a ultranza por sus madres que todas orgullosas de sus hijos piensan que son lo mejor de la familia. Totalmente prohibido tener una titulación superior al graduado de la ESO o seguir estudiando una vez superados los 15 años de edad. El hablar con frases como "Surmano", "dame un leuro" y "¿Tu quieres pelea? Me estás mirando mal" aumenta los puntos en el escalafón social.
Hasta aquí una breve descripción de los infraseres que habitan la preciosa ciudad de Sevilla, todas estos grupos de desagradecidos, retrasados mentales, maleducados y gente que se gana la vida a costa de otros hacen de este ciudad una de las más agradables del panorama nacional.
Últimamente proliferan los ciudadanos de tan bella ciudad que se sienten ofendidos y la defienden mediante firmas en mi perfil. No sé que les lleva a entender que yo alguna vez di un sólo céntimo a las clases arriba descritas. Simplemente la presencia de los anteriores grupos me molesta al pasear y el simple acto de acercarse a increparme con una puta rama de romero me molesta. ¿Quién coño va a la Giralda a comprar romero?
Así que ya saben. Vengan a Sevilla, no les defraudará.
Nota: Toda semejanza con la realidad es pura coincidencia. Ni por asomo se me ocurriría salir a la calle a comprobar esto con mis propios ojos, faltaría más. Si alguien se siente aludido y/o quiere insultar será bien recibido.
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