Los senolíticos evitarían la acumulación de las células que liberan compuestos que aceleran el envejecimiento.
Es cierto que, con el tiempo, la esperanza de vida se ha ido alargando. Sin embargo, no hay muchas personas que pasen de los 100 años, y nunca se ha registrado que algún ser humano haya alcanzado las 200 vueltas al Sol. Sin embargo, para algunos científicos esto parece posible en un futuro no tan lejano.
Uno de estos investigadores optimistas es el biólogo Adrew Steele, autor del libro 'Ageless: The New Science of Getting Older Without Getting Old' ('Eternos: la nueva ciencia de envejecer sin envejecer'), que cree que no hay razón biológica para que los humanos no puedan llegar a los 200 años de vida, o más.
Estas hipótesis se basan en el estudio de los senolíticos, un medicamento que evitaría que las células zombis aceleraran el envejecimiento por ser las culpables de la descomposición de tejidos y órganos a medida que una persona envejece. De esta forma, el deterioro celular podría reducirse o pararse.
Este fármaco ya se habría probado con buenos resultados en ratones, aunque el salto a los humanos puede ser algo controvertido. Sin embargo, según Steele las píldoras de senolíticos que eliminan estas células zombis ya se encontrarían en pruebas en humanos y podrían estar en el mercado en diez años, comentó a 'Daily Mail'.
Estudio de reptiles y anfibios longevos
Asimismo, otro grupo de científicos también están estudiando docenas de especies de reptiles y anfibios para encontrar los secretos de una vida longeva, como la de las tortugas, que la más longeva registrada ya tiene 190 años.
Es el caso de un trabajo de la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos, que se encarga de estudiar el ADN de reptiles y otros animales de sangre fría para obtener las claves del envejecimiento tan lento. El equipo espera descubrir "rasgos" que también pueden ser utilizados en humanos.
Hasta la fecha han reunido datos de 107 poblaciones de 77 especies de animales de todo el mundo. Con los datos obtenidos pretenden obtener las claves de su envejecimiento y estudiar la aplicación en humanos y en los propios anfibios y reptiles.
"Si podemos comprender qué permite que algunos animales envejezcan más lentamente, también podemos comprender mejor el envejecimiento en los humanos y también podemos informar estrategias de conservación para reptiles y anfibios, muchos de los cuales están amenazados o en peligro de extinción", señaló David Miller, autor del estudio.