CDC urgen informarse sobre los antibióticos
Saber cuándo tomar antibióticos y cuándo no puede ayudar a combatir el aumento de las mortales bacterias resistentes a los antibióticos, según expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Cerca de la mitad de los antibióticos recetados son innecesarios o inapropiados, según la agencia, y su uso excesivo ha ayudado a crear bacterias que no responden o lo hacen con menos efectividad a los medicamentos utilizados para combatirlas.
"Los antibióticos son un recurso compartido que tiene que convertirse en un recurso escaso", señaló la Dra. Lauri Hicks, epidemióloga médica de los CDC. También es directora médica de un programa nuevo, Get Smart: Know When Antibiotics Work, (Avíspese: Sepa cuándo funcionan los antibióticos), que fue lanzado esta semana. "Todos tenemos una función para prevenir la propagación de la resistencia a los antibióticos", aseguró Hicks.
Es mucho lo que está en juego, advirtió el Dr. Arjun Srinivasan, director asociado de programas de prevención de infecciones relacionadas con la atención de la salud de los CDC. Casi todos los tipos de bacterias se han fortalecido y no responden tan bien como antes al tratamiento con antibióticos, dijo.
Los CDC urgen a los estadounidenses a usar estos medicamentos de manera apropiada para evitar el problema global de la resistencia a los antibióticos. Con ese fin, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), varias asociaciones médicas y científicas nacionales, así como los departamentos de salud locales y estatales han colaborado con la iniciativa Get Smart de los CDC.
La mayoría de las cepas de bacterias resistentes a los antibióticos todavía se encuentran en los ambientes de atención de la salud, como hospitales y hogares para ancianos. Aún así, estas bacterias, como el staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), que acaba con las vidas de unos 19,000 estadounidenses al año, se hallan cada vez más en ambientes comunitarios, como gimnasios, escuelas y lugares de trabajo, advierte Hicks.
El SARM relacionado con la comunidad (SARM-RC), una cepa que afecta a personas sanas fuera de los hospitales, acaparó los titulares de prensa en 2008 cuando acabó con la vida de un jugador de fútbol americano de escuela secundaria de Florida.
Al referirse a informes recientes de sinusitis causada por SARM, Hicks aseguró que "la gente que normalmente sería tratada con un antibiótico oral necesita más medicamentos tóxicos y, en algunos casos, hasta una hospitalización. Lo hemos visto con la neumonía, también, y me preocupa que comencemos a verlo con otros tipos de infecciones.
Entre otras infecciones que resisten el tratamiento con antibióticos se encuentran las siguientes:
•E. coli. Una nueva cepa, la ST131, fue la causa principal de infecciones graves resistentes en los EE. UU. en 2007, según halló un estudio publicado este año en Clinical Infectious Diseases. Si la cepa adquiere otro gen de resistencia, advirtió el estudio, podría ser prácticamente intratable.
•Gonorrea. Solo una clase de antibióticos, la cefalosporina, se recomienda para tratar esta enfermedad de transmisión sexual.
•TARM (tuberculosis altamente resistente a los medicamentos). Aunque muchas cepas de TB resisten al menos un antibiótico usado para tratarlas, la TARM los resiste casi todos.
Y a la vez que aumenta la resistencia a los antibióticos, el arsenal de los mismos está disminuyendo. La FDA ha aprobado solamente diez antibióticos nuevos desde 1998. "Pero en nuestra opinión, es tan importante mejorar el uso [de antibióticos] como desarrollar medicamentos nuevos", sentenció Srinivasan.
La resistencia a los antibióticos tiene dos causas principales, según Philip Tierno, director de microbiología e inmunología clínicas del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York. La primera son las recetas excesivas.
"En este país se escriben cerca de seis mil millones de recetas. La mitad de ellas son para antibióticos", puntualizó. "De las escritas para antibióticos, los CDC consideran que por los menos la mitad son inapropiadas".
Segundo, los alimentos de origen animal, como pollo, res y cerdo, reciben cantidades masivas de antibióticos, sobre todo para estimular su crecimiento. "De los casi once millones y medio de kilos (25 millones de libras) de antibióticos administrados al ganado cada año, menos de un millón y medio (3 millones de libras) se administran para tratar enfermedades", puntualizó Tierno. Hace algunos meses, las preocupaciones sobre la resistencia a los antibióticos condujeron a la FDA a recomendar a los granjeros que dejaran de utilizar antibióticos para promover el crecimiento del ganado.
Para proteger la efectividad de los antibióticos, los CDC recomiendan lo siguiente:
•Tome el antibiótico exactamente como se le haya recetado y termínelo aunque comience a sentirse mejor. De esa manera, las bacterias no sobrevivirán para volver a infectarlo.
•Deshágase de los antibióticos sobrantes.
•No le pida a su médico un antibiótico para la gripe o el resfriado. Estas enfermedades son causadas por virus, por lo que los antibióticos no sirven.
•Si cree que podría tener estreptococo en la garganta, pida un examen. Solo un examen puede determinar si un dolor de garganta es causado por una infección bacteriana, para la que sí sirve un antibiótico.
•No se tome el antibiótico que le hayan recetado a otra persona. Tomar el medicamento incorrecto podría retrasar el tratamiento correcto y permitir la proliferación de las bacterias.
•Si su hijo tiene una infección del oído, vigile y espere. Este es el mejor método para tratar las infecciones del oído de los niños, que con frecuencia son causadas por un virus, según un estudio reciente publicado esta semana en la Journal of the American Medical Association.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Lauri Hicks, D.O., medical epidemiologist, and medical director, Get Smart: Know When Antibiotics Work, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Arjun Srinivasan, M.D., associate director for health care-associated infection prevention programs, CDC; Philip Tierno, director, clinical microbiology and immunology, New York University Langone Medical Center, N.Y., N.Y.
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