Ayer la noticia me pilló un poco de sopetón, bueno, como en general siempre ocurre con este tipo de acontecimientos. Tampoco quise comentar algo al respecto porque la verdad que me leí la noticia desde el móvil un poco por encima casi que a prisas y me gustaría darle la visibilidad que se merece.
Por eso, aprovechando el hilo, aquí os traigo un pequeño recordatorio del actor Jean-Paul Belmondo y su recorrido única y exclusivamente por el movimiento de la NV.
Hablar de Belmondo es hablar de un hombre pegado a un cigarrillo, es hablar de la chulería francesa hecha cine, es hablar de la sensibilidad innata por origen... Hablar de Belmondo es hablar de muchas cosas, pero desde ayer, es hablar de una leyenda.
Una leyenda que comenzó su andadura por el movimiento cinematográfico del séptimo arte llamado nouvelle vague junto a Claude Chabrol en el año 1959 bajo el título de la película À double tour
No sería hasta dentro de un año después, en 1960, cuando se convertiría en un fenomeno de masas y daría el salto a la fama mundial de la mano de Godard en la que sería al mismo tiempo el comienzo de la andadura del director por el cine siendo esta su primera película À bout de souffle.
El Humphrey Bogart francés, el deseo de un director por rendir pleitesía a uno de sus ídolos del cine, esto y mucho más recoge esta primera cinta donde ya se dejó ver las dos caras de los personajes que adaptaría Belmondo para Godard estableciendo un equilibrio perfecto entre la chulería y la sensibilidad de un hombre que iba a dar mucho que hablar.
Un año después en 1961 se convertiría de nuevo en una de las caras más reconocidas del año volviendo de nuevo a actuar para Godard en su película Une Femme est une femme en donde a pesar de ser Karina quien se llevase los galardones y mayor reconocimiento, no dejaba de ser otra pequeña huella más de su paso por el movimiento.
4 años iban a tener que pasar para volver a verle en una película del movimiento, nuevamente de la mano de Godard y en la que sería su último trabajo junto al director, estamos hablando de Pierrot le Fou.
Dar vida al personaje de Ferdinand, más conocido como Pierrot, es bajo mi opinión personal su papel más representativo e icónico realizado en toda su carrera.
Es el conjunto y construcción de un personaje que habla a través de sus acciones y no de sus palabras, en algunos momentos apoyándose mediante los murales de Godard que tanta información almacenan. Hay uno que destaca por encima del resto y personalmente me llega al pecho.
Este plano habla por si sólo. Este plano es uno de los mayores gritos establecidos por un silencio. Este plano es una propia e individual obra maestra dentro del film. Este plano tiene una de las mejores y más bonitas lecturas que yo recuerde. Este plano, ya es historia del cine.
Todo aquel que haya visto la película se puede intuir por donde voy. Es un último cigarro, una señal a la familia que ha dejado atrás, a la nueva mujer que ama y le ha dejado de lado, es la representación y señal de unos miedos incapaces a ser soltados por su propia boca, un enfrentamiento contra la soledad que acecha...
En definitiva, es una señal de auxilio para un hombre al que el destino le aguarda un trágico final enajenado.
Nuevamente pasarían 4 años, esta vez desde 1965, para que volviese aparecer en una película del movimiento. Esta vez de la mano de François Truffaut en su película La sirène du Mississipi.
A partir de este momento orientó su carrera hacia otros horizontes alejados de la Nouvelle Vague, llegó a crear su propia productora y se dedicó en gran medida al cine de acción.
Este ha sido un pequeño recorrido por lo que supuso el actor en su momento para la NV, me dejaré cosas por el tintero seguro, podría profundizar más en otros aspectos y etc etc pero creo que para todo aquel que no le conociese un mínimo y lea esto, se puede hacer a la idea de quien fue este hombre y si a caso, surgirle un interés por ver sus películas para conocer mejor sus personajes.
Que en paz descanse.