Brotes germinados
Las semillas germinadas, también llamadas brotes, sprouts o germinados son semillas que se hacen germinar, normalmente para destinarlas a la alimentació. Las semillas germinadas suponen una forma fácil de alimentarse saludablemente, al suponer una fuente natural de vitaminas y otros principios inmediatos, siendo muy digeribles gracias a los cambios sufridos durante el proceso de germinación.
Las semillas germinadas tienen propiedades nutricionales superiores a las de las secas: su contenido de vitaminas, minerales, oligoelementos y enzimas pueden multiplicarse por varias centenas durante la germinación. En el caso del trigo hay incluso ciertos elementos, como la vitamina C, que no están disponibles en las semillas sin germinar. A parte de ser una fuente de vegetales frescos.
Pueden germinarse, de forma muy simple y a un coste muy bajo (el de adquisición del grano), semillas en casa para consumo propio.
Variedad de germinados y aporte nutricional
Es común encontrar en el supermercado bandejitas de soja verde germinada, y a veces, alfalfa. La ventaja de prepararlos en casa, es tener un enorme abanico de semillas para germinar.
Legumbres: alfalfa, fenogreco, frijol chino, lenteja, judía, guisante, trébol, etcétera.
Cereales: avena, trigo, maíz, mijo, centeno, alforfón, cebada, quinoa, arroz, etcétera.
Oleaginosas: sésamo, girasol y frutos secos como la almendra, la nuez, etcétera.
Verduras: brécol, zanahoria, apio, repollo, espinaca, hinojo, nabo, cebolla, puerro, perejil, rábano, etcétera.
Mucilaginosas: berro, lino, rúcula, mostaza, etcétera.
Alfalfa: es uno de los germinados más completos y más consumidos por su suave y agradable sabor. Contiene vitaminas A, B, C, E y K además de calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc y los aminoácidos más importantes. Es remineralizante y combate la fatiga y la debilidad.
Berro: se le considera muy adecuado para combatir los síntomas de la fatiga primavera. Tiene un sabor ligeramente tostado. Además de alcalinizar y depurar la sangre neutraliza el exceso de toxinas. También regula el metabolismo. Es rico en hierro, fósforo, manganeso, cobre, zinc, yodo, calcio y vitaminas A, B2, E y especialmente C.
Garbanzo: germinados no producen gases durante la digestión. Son ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C.
Guisantes: proporcionan clorofila, proteínas, carbohidratos, fibra, vitamina A, hierro, magnesio y potasio.
Lentejas: en brotes retrasan el envejecimiento y son ricas en proteínas, vitamina C y hierro.
Mostaza: es el germinado más picante. Adecuado para tratar trastornos digestivos como gastritis, enteritis, etc. Es rica en vitamina C, proteínas y lípidos.
Girasol: ricas en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B y E, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
Rábano: útil para combatir digestiones pesadas y para calmar la tos. Contiene abundante clorofila.
Soja verde (judía mungo): germinada contiene proteínas que dan lugar al aminoácido metionina, de efecto relajante. También fortalece el sistema nervioso y contribuye a rebajar el exceso de colesterol. Sus semillas germinadas son ricas en vitaminas A, C, hierro y potasio.
Trigo: germinado tiene sabor dulce. Además es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Previene infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar trastornos nerviosos.
Es recomendable usar semillas de agricultura biológica, disponibles en tiendas especializadas o ecológicas. También se pueden encontrar sobres con semillas, pero suele haber poca cantidad y son caros.
Durante la germinación se produce una intensa transformación de la semilla: las reservas de la semilla se transforman para el crecimiento, la cantidad de vitaminas se multiplica de 3 a 12 veces según el tipo de semilla, y contienen una gran cantidad de minerales, a parte de ser muy fácilmente digeribles.
Germinados en casa, fácil y barato
Los germinados se pueden hacer fácilmente en casa con un mínimo esfuerzo. Están disponibles en cualquier época del año, y su ciclo de cosecha es de entre 5 y 7 días, con un enorme rendimiento.
MÉTODO CASERO
Hay varias formas de hacer germinados en casa sin necesidad de un germinador, aprovechando utensilios de andar por casa y a coste 0. Algunas ideas:
Método cajas de cds
Método reciclando envases
Germinadores caseros mediavideros:
GERMINADORES
Los germinadores mantienen la humedad óptima para la germinación de las semillas. Los hay de muy simples, a más sofisticados.
Una bandeja agujereada, sobre un pequeño depósito de agua, que mantiene las semillas hidratadas. Se colocan las semillas en la bandeja superior, una vez hidratadas, y sólo hay que mantener el depósito inferior con agua suficiente como para que esté en contacto con la bandeja superior. Suelen regalarlo comprando 3 sobres de semillas, o podemos comprarlo a muy bajo precio (1 - 2€). Tiene el inconveniente de que a veces, las raíces se atascan en los agujeros de la bandeja.
Una serie de bandejas superpuestas, en las que colocamos las semillas sin hidratar, y añadimos agua en la superior. Por el sistema de válvulas, el agua cae a las bandejas inferiores, hidratando las semillas, hasta una bandeja inferior que recoge el agua sobrante. Se pueden germinar varios tipos de semillas a la vez, y presenta la ventaja de mantener las condiciones óptimas de humedad, evitando que las semillas se sequen. Muy cómodo de usar, permite obtener una gran cantidad de brotes, tiene un precio aproximado de 20€.
Consejos para la germinación
El cuidado de los germinados consiste básicamente en proporcionarles el drenaje adecuado para mantenerlos solamente húmedos, mucha agua o muy poco aire pueden crear hongos.
El tiempo de germinación varía según la temperatura. En climas más calientes y húmedos se deben hidratar con más frecuencia para mantenerlos frescos. En invierno, es normal que se ralentice el ciclo, debido a las bajas temperaturas.
Evitar colocar simultáneamente más de una clase de semillas, granos o legumbres en un mismo frasco.
Usar envases medianos y/o grandes. Las semillas aumentan de tamaño y necesitan espacio.
Hay veces que pueden quedar semillas, legumbres y granos sin germinar. Es completamente normal.
Una vez los germinados han alcanzado el tamaño deseado y para evitar que sigan creciendo, si no vas a consumirlos en el momento, puedes conservarlos en un recipiente hermético en la nevera por unos cuantos días.
Utiliza el agua sobrante de hidratar los germinados para regar las plantas de interior, es rica en nutrientes.
Añade tomillo sobre las semillas para evitar hongos y malos olores que puedan estropear el germinado.