La presentación de Asier Illarramendi fue poco menos que un cuento de hadas para el futbolista. Rodeado de su familia y de más de treinta amigos se puso por primera vez la camiseta del Real Madrid para pisar el césped del Santiago Bernabéu y, de paso, agasajar a los seguidores con unos balones cortesía de la casa.
Pero lo que no esperaba el nuevo fichaje es que un grupo ruidoso de los seguidores le pidiese a coro “Illarra besa el escudo, Illarra besa el escudo”. Un requerimiento atípico para un futbolista que viene de crecer doce años en la Real Sociedad y que ha sido comprado a base de talonario. El jugador ni perdió la sonrisa ni la compostura pero hizo caso omiso a lo que le pedían.
Fuente: Sportyou