Yo nunca me meto en rivalidades ajenas, pero creo si menospreciamos los derbis, nos estaremos cargando el fútbol. Son esos partidos especiales de los que pocos van quedando en una época donde Barça y Madrid acaparan toda la cartelera más que nunca en la historia del fútbol español.
En Alicante, generalmente en la capital, por mucho que podamos alardear de que la tenemos más grande y que somos la puta polla, lo primero que hacemos cuando sale el calendario es mirar cuando cae el partido contra el Elche. Y no nos las damos de que 'el Elche no nos importa' o 'es un partido más'. Todos sabemos que no. Aún con toda la temporada decidida y los dos equipos salvados, muchos ilicitanos vendrán al Rico Pérez y otros tantos herculanos iremos al Martínez Valero sólo para vivir el ambiente, dar la cara y animar a nuestro equipo en el territorio más hostil de todos los que visitamos. Es un partido especial se den las circunstancias que se den, es más que un partido de fútbol, la rivalidad generalmente no nace en el campo, sino fuera de él. Eso es lo que los hace especiales.