De un artículo después de las finales.
En anotación, el escolta supera de largo al español, 28 tantos por partido por 18, lógica diferencia si tenemos en cuenta que lanza hasta 10 veces más por encuentro en los mismos minutos de juego, lo que desemboca en un 40% de efectividad de Bryant, sexto del equipo, por un 48% del ala-pívot. En rebotes, obviamente Pau es superior (12), a pesar del buenhacer en este apartado de Bryant (8), y también en tapones (2,5 por 0,7). Por otro lado, resulta curioso que un jugador alto como el español promedie las mismas asistencias que Bryant (4), el cuál monopoliza mucho más tiempo el balón y al que le hacen en numerosas ocasiones dobles defensas, lo que genera pases claros. A esto se suman las 4 pérdidas de Kobe por sólo 2 de Pau. Si sumamos toda esta ecuación nos encontramos con que en eficiencia, una especie de valoración que utiliza la NBA, Gasol está por delante de Bryant (26,1 por 24’6), demostrando que con los números en la mano ha sido superior. Por si esto fuera poco, en la final la diferencia en eficiencia fue aún mayor (26 a 15).