Hay una parte de mí que se alegra enormemente de que se la metan así al baboso gañán de Rubiales. Recuerdo estar en el salón viendo la ceremonia y comentando con la familia, joder qué grima me está dando el hijo de puta este, todo el rato sobando y besando el muy hooligan.
Sigue siendo repulsivo, sentando un precedente muy peligroso y vomitivo, el movimiento político e idealista que está tirando y manipulando de todos los hilos, incluidos los de la propia protagonista, para sacar el mayor rédito posible del caso, sin ningún tipo de escrúpulo. Sacando de paso la peor versión de sus seguidores lobotomizados, que no encontrarían algo turbio en sus políticos ejemplares y en su burdo y patético feminismo de cartón piedra así lo tuvieran delante de la cara.
Pero, aún con todas esas arcadas que me dan, sigo pensando, coño, por lo menos... si le tiene que caer a alguno es al cabrón este y no a otro xD