Yo creo que el primer paso para que volvais a ser ganadores es destruir la religión que habéis montado en torno al estilo. Me parece bien que un club de futbol se imponga unas pautas generales de cómo jugar, pero definidas vagamente. No hasta el punto donde el entrenador no puede plantear según qué alineaciones. O el club no puede fichar a según que entrenadores.
Para ganar hay que saber utilizar todas las herramientas disponibles. El FCB compite con una mano atada a la espalda por su religión.
Sí me parece correcto que el estilo de juego sea muy estricto en el futbol base, porque ahí lo importante no es ganar si no formar a los chavales y sí es muy interesante seguir un estilo muy definido.
Pero el objetivo del primer equipo es ganar (y divertir), no formar a nadie. Como he dicho, me parece positivo que se defina el estilo de juego deseado como política de empresa, pero de forma poco estricta.
Me da la sensación, que igual que pasa con la selección española, está religión del estilo nace de un equipo pequeño que nunca había ganado nada y, cuando lo ha hecho, ha creado un dogma en torno a ello. Sintiéndose superior moralmente cuando gana siguiendo el dogma, para con ello no sentirse inferior a equipos que históricamente han ganado mucho más.