Caballeros, buenas y malas noticias.
Por un lado la noche dentro de las posiblidades ha sido buena, no he recibido más heridas de guerra (gracias bidroid). Las malas, que con un curioso zumbido prematutino me ha recordado que sigue ahí (curioso ha sido porque ha sonado no mucho más temprano que mi despetador).
He ido a la universidad volviendo a rociar la habitación y dejando la ventana abierta.
Por ahora, no hay señales de vida más allá de la mía y la de los ácaros a los cuales por muy feos que sean, funcionan en simbiosis conmigo. Si esta noche recibo nuevas noticias del enemigo emplearé la guerra psicológica que sugiere #17.
Gracias a todos por vuestra colaboración