Es un vicio fácil de erradicar.
En el momento en el que prohíban hacerlo en cualquier lugar público (incluído la calle) bajo penas de fuertes multas o incluso cárcel si es reincidente, la mayor parte lo dejará por miedo, pero sobre todo porque no tendrán la necesidad de dar la nota por la calle delante de sus amigos o amigas diciendo "eh mira, estoy haciendo algo perjudicial para mi salud y para los que me rodean!!!"
Y todos seremos más felices, ya que los infelices con ese vicio desaparecerán y dejarán de perjudicarnos directamente por sus malos hábitos.