El rincón del SEXO y la LASCIVIA

Turismo rural

En primer lugar el relato es totalmente real (Lo único que he cambiado son los nombres). Espero que os guste.

Hacia mucho tiempo que no salíamos por la noche a divertirnos. Yo estaba enfrascada en mi carrera de enfermería y mi amiga había estado con un hombre que no le dejaba la
mínima libertad, pero llegado el verano yo acabé mi curso con muy buenas notas y ella lo dejó con su novio ya que se sentía muy agobiada. Nos echábamos de menos y ya teníamos ganas de ir a algún sitio. Como recién me había sacado el carné de coche hicimos planes de ir a mi pueblo, hacía ya casi 9 años que no iba y la verdad que no me reconocerían, era un pueblo pequeño y que al parecer se había convertido en un maravilloso lugar para el turismo rural, así que nos alquilamos una caseta en lo alto del monte al lado de la zona de piscina y donde nadie pudiera molestarnos con cotilleos y demás.

Llegamos el viernes por la noche para quedarnos hasta el domingo ya que no teníamos mucho dinero para el alquiler de la casa, así que el viernes lo aprovechamos y salimos a dar una vuelta.

La verdad es que mi pueblo había cambiado muchísimo. Había mucha más gente joven y descubrimos un pequeño e íntimo pub escondido de todo el pueblo donde al parecer se escondía la gente joven para beber, charlar y demás sin ser molestados.

La primera noche lo primero que hicimos fue ir a ese pub para curiosear y ver que tipo de ambiente se movía por ahí. Generalmente, como esperábamos había mucha gente joven y también ajena al pueblo que como nosotras estaba ahí como turista.

Cuando entramos algunas personas se nos quedaron mirando, ya que en los pueblos, como ya se sabe, la gente suele ser muy curiosa y te mira para ver si te reconocen y saben de quien eres hija, nieta etc; pero además de eso la verdad es que las dos somos bastante llamativas, yo, que me llamo Lara, tengo el pelo negro natural y bastante largo, pero no tanto como Yaiza(mi amiga), soy de complexión delgada ya que estoy aficionada al deporte, tengo bastante pecho y además un trasero muy bien formado, mis ojos son verdes y siempre me han dicho que lo que más llama la atención de mi son mis labios y mi mirada, en general mi cara, ya que tengo cara de niña buena y luego descubren que en según que aspectos soy todo lo contrario.

Yaiza era bastante contraria a mí. Sus padres son Holandeses y vino a España muy pequeña, pero tenía ese tipo de facciones y elementos físicos que caracterizaban a una holandesa.
Era rubia clara aunque se había hecho mechas para aclarar todavía más el color, tenía los ojos color miel muy grandes y bonitos y unos labios muy bonitos finos que solía maquillar con pintalabios de color rojo sangre. Era delgada por constitución, no tenía mucho pecho y la verdad que tampoco mucho trasero, pero su cara era perfecta y en conjunto era una mujer muy atractiva.

Esa noche nos vestimos bastante arregladas, podría decirse que para buscar guerra, aunque la verdad es que al entrar al pub nos dimos cuenta que las chicas se habían arreglado también del mismo estilo y los chicos iban bastante bien vestidos.

Yo me vestí con una falda que dejaba ver mis piernas casi completamente y unos tacones negros, una camiseta de Mötley Crüe que dejaba ver parte de mi piel y también imaginar un poco mi tanguita de encaje.
Yaiza llevaba un vestido verde de palabra de honor que remarcaba y hacia mas grandes sus pequeños senos.
El vestido era muy ajustado y esa noche no se puso bragas para que no se le marcaran en el vestido, ya que al ser tan ajustado se le marcaba enseguida.
Entramos al bar y pedimos unas copas, la música era animada y cada vez me sentía más observada. Al fondo del bar vi a un grupo de chicos que no paraban de mirarnos y parecía que hacían comentarios que no alcanzaba a escuchar.
Así que con toda mi picardía cogí a Yaiza y me acerqué a la mesa de los chicos.

No nos equivocábamos al imaginar que hablaban de nosotras, allí cualquier chica nueva llamaba la atención, puesto que a las del pueblo las tenían muy vistas.
Eran unos chicos normales, con moreno de piscina y bastante guapetes, unos más que otros, claro.
Nos invitaron a sentarnos con ellos y poco a poco nos invitaron a algunas copas y hablamos de tonterías y demás, algunos me conocían de hacía ya tantos años y nos dimos cuenta después de las conversaciones que teníamos.

Yaiza se fue a bailar con un chico con el que había congeniado desde el primer momento y yo me quede hablando de manera más cercana con un chico llamado Raúl. Poco a poco fuimos bebiendo un poco más hasta que sentí que Raúl estaba muy cerca, hablábamos de tonterías y empecé a notar como acariciaba con su mano mi muslo, haciendo que me excitara poco a poco.

Desvié un poco la vista y me di cuenta de que Yaiza se estaba entregando a besos con el chico que había conocido. Pero me fijé poco puesto que Raúl me empezó a acariciar poco a poco por encima del tanguita, mientras me chupaba con discreción el cuello y me iba besando poco a poco en la boca. Iba muy despacio y eso me ponía todavía más, ya que soy una mujer muy pasional y que le hagan esperar le hace tener todavía mas deseo.

Se atrevió y me tiró el tanguita hacia un lado metiendo poco a poco un dedo en mi vagina y haciendo círculos con el de manera que empecé a gemir despacio. Para aquel entonces noté como su polla se marcaba en su pantalón vaquero y me miraba con unos ojos color avellana que inspiraban un profundo deseo.
Aunque el pub estaba bastante bien y era oscuro por lo que no se podía adivinar totalmente lo que estábamos haciendo me ofreció que fuéramos a algún sitio más privado, ya que quería seguir más ampliamente.

Sonreí pícaramente y decidí quedarme allí un poco más, ya que me divertía que le diera algo de vergüenza que nos vieran allí sin cortarnos un pelo. Le dirigí la mano a mi trasero y vio que mi tanguita era diminuto, por lo que empezó a tocarlo suavemente y cada vez con más ansias, mientras con la otra mano seguía metiéndome un dedito por el coño y se atrevía con otro más. Yo empecé a acariciarle la polla por encima del pantalón mientras el entornaba los ojos y yo sentía que la polla le iba a explotar. En ese momento Yaiza se acercó con su acompañante para decirnos que se iban a la casita que habíamos alquilado.

Al final nos fuimos con ellos hacía la cabaña, que no quedaba muy lejos del pub, por el camino seguimos manoseándonos y cada una besándonos con su correspondiente pareja. Llegamos a la cabaña y nos dirigimos a nuestras habitaciones.

-Oye chicas- dijo el que acompañaba a mi amiga- ¿y si nos quedamos aquí los cuatro? Seguro que nos da más morbo.

Ellos se miraban pícaramente, como si ya lo hubieran planeado todo, seguramente, no era la primera vez que lo hacían. La verdad es que yo nunca había hecho tríos o intercambios de parejas, aunque si que es verdad que me interesaba el contacto lésbico, aun así Yaiza me hizo prometerle, en un ataque de timidez que no nos miraríamos la una a la otra. Pero, desde luego, nuestros planes no iban a salir como pensábamos.

Empezamos a besarnos de nuevo con nuestros acompañantes cuando poco a poco se separaron de nosotras y nos dejaron a las dos solas en la cama, nos miramos confundidas.
Nos ofrecieron seguir nosotras solas.
Las dos estábamos muy excitadas, así que no hizo falta convencernos. Nos miramos y Yaiza me pareció todavía mas atractiva que de normal. Con su pelo liso y largo revuelto, ese olor que desprendía a hombre y ese vestido pegado que se le había subido hasta lo más alto de sus muslos.

Empezamos a besarnos, sentía como sus labios se juntaban con los míos y nuestras lenguas jugaban haciendo círculos, sabiendo que a los chicos iba a provocarles sacamos las lenguas y empezamos a juntarlas en el aire, lamiéndolas, chupándolas, succionándolas.

Eso me estaba poniendo cachondísima y al parecer a Yaiza también.
Empecé a rozar sus pezones por encima del vestido, a apretarlos y a acariciarlos notando como se ponían duros al no llevar sujetador, me gustaba llevar la iniciativa, así que pase mis dos manos por debajo del vestido y noté su piel suave, la piel de su culo y como tenía de mojado el coño.
Estábamos las dos muy cachondas y eso se notaba. Empecé a acariciar su sexo y ella empezó a besarme el cuello y a quitarme la camiseta, así que en un momento le baje el vestido hasta el ombligo y empecé a comerle esas pequeñas tetas que tenía tan bien puestas.

Ella ya gemía de placer pero yo también quería mi parte, me tumbe boca abajo y me quito también el pantalón, dejándome así en tanguita y quitándomelo a un lado para meterme dos dedos ya que estaba muy lubricada.

Empecé a gemir y me giré dejando mi coño delante de ella totalmente depilado y mojado, ella empezó a sonreír pícaramente mientras me miraba con sus ojos, se abalanzó encima mía y empezó a besarme y a comerme las tetas, le costaba metérselas en la boca ya que son bastante pronunciadas.

Recuerdo que Raúl nos separó un poco diciéndonos que le gustaría que les dejáramos algo a ellos.
Ya casi nos habíamos olvidado de los chicos. Se acercaron a la cama con la polla ya fuera y durísima, Raúl tenía una polla normal, de unos 16 cm y Víctor, el chico de mi amiga, una polla un poco más grande, de 18 centímetros más o menos, las dos eran muy gordas y apuntaban hacia nosotras, así que nos tiramos a ellas y comenzamos a chuparlas.

Raúl me sujetaba mientras yo introducía poco a poco su glande en mi boca, dando círculos en su punta, la sacaba y la chupaba de arriba abajo, mientras la acariciaba con mis suaves manos, me cabía entera en la boca y quería demostrarle el nivel de mis mamadas, que siempre me han dicho que es genial. Me la metía cada vez mas dentro, le escupí un poco en el glande para lubricarlo y que entrara con más facilidad, seguí masturbándole, comiéndole los huevos mientras los succionaba, mientras el me estiraba del pelo y me atragantaba con su polla. Su cara era de máximo placer, se notaba de lejos que le gustaba lo que estaba haciendo.
Yaiza también llenaba su boca con la polla de Víctor. Aproveché que las dos estábamos sentadas al lado de la otra y estiré mi mano hacia las tetas de Yaiza, que empezó lanzar gemidos sordos ya que tenía la boca llena.
Ella por su parte empezó a acariciarme el coño y mover rápido sus dedos en mi clítoris. Yo cada vez estaba más cachonda, y con esa polla en mi boca no pensaba más que me la metieran de una vez tan fuerte como fuera posible.

Nos tumbaron en la cama y comenzaron a comernos el coño, yo gritaba y me revolvía y Yaiza me seguía, empezamos a besarnos entre nosotras mientras nos comían el coño y nos retorcíamos de placer, entonces sentí como Raúl quitaba su boca de mi coño y me levantaba las piernas para meter la puntita de su polla en mi coño.
Le pedí de forma ansiosa que me follara de una vez, me encantaba cuando estaba calentísima y notaba una polla entrar en mi interior.
Raúl sonrió y me embistió de un golpe, grité y le pedí que me diera más, así que empezó a darme más y mas rápido mientras me cogía las tetas con ansias, de manera muy bestia y casi haciéndome daño. Me las estaba dejando rojitas y yo solo quería que siguiera.

Volteé un poco la cabeza y vi como a Yaiza la tenía Víctor en la postura del perrito y le estaba destrozando ya que ella gemía como nunca, me di cuenta de que le estaba dando por el culo y por eso ella gritaba tantísimo, así que me dirigí a ella mientras tocaba a Raúl con mi mano en su polla y empecé a comerle el coño a mi amiga.

No duró mucho hasta que empezó a correrse y me comí toda su corrida, llenando mi boca de un sabor salado y muy caliente. Ella se quedó exhausta pero yo quería mas, quería a los dos chicos para mí. Así que se lo dije a los dos chicos que me miraron con lujuria y me pusieron en la postura del perrito.

Raúl me metió la polla por el coño y siguió con sus grandes embestidas, mientras que Víctor empezó a meterme la polla en la boca, esta no me cabía del todo cono la de Raúl pero la chupé de una manera muy sensual también, empecé a succionarla, chuparla con muchas ansias y fijándome en que Víctor estaba a punto de explotar.
Empezó a susurrarme que la chupaba de miedo y que no quería parar.
Me la metía hasta donde podía, casi haciéndome atragantarme, mientras Raúl seguía con sus envestidas.

En ese momento les pedí por favor que me follaran los dos, quería sentir a uno por delante y otro por detrás.
Así que así lo hicieron. Víctor se puso debajo de mi y me la metió directa por el coño, entraba de lujo al estar tan mojada, me apretó las tetas y me besó en los labios, me mordió, me azotó ligeramente en el culo y entonces sentí como Raúl me metía un dedo por el culo con saliva para lubricarlo, no esperó y mucho y enseguida se atrevió a meterme en glande poco a poco en mi entrada anal. Empecé a gritar de dolor puesto que nunca me habían follado por el culo, de echo siempre me había dado bastante reparo, aun así dejé los perjuicios a un lado y de repente empecé a sentir un placer indescriptible que nunca había sentido.

Estaba yo tumbada y siendo follada por Víctor por delante y Raúl por detrás, me sentía llenísima, con ganas de explotar, quería correrme y que me llenaran de corrida los dos.

Yaiza, recuperada, para cuando me di cuenta estaba en el lado de la cama tocándose y metiéndose los dedos ansiosa, así que le invité a que viniera y empezamos a besarnos de manera muy agresiva, mordiéndonos los labios y mezclándose mis gemidos con su respiración entrecortada, pero no podía mas, no podía aguantar más, así que empecé a gritar.
Me iba a correr.

Ellos aceleraron su ritmo y empezaron a follarme cada vez mas fuerte, me hacían saltar de lo duro que me estaban dando, así que cuando me corrí los llene de mi sustancia y dejé que siguieran follándome hasta que noté como la parte exterior de mi culo se llenaba de corrida de Raúl que se quitó para dejar lugar a Víctor que todavía no se había corrido. Me cogió en brazos y me apoyó contra la pared y siguió follándome de manera bastante salvaje, hasta que me tiró a la cama y dejó que toda su corrida acabara en mi cara. Nos quedamos unos segundos parados y cogiendo aire. Me sentí profundamente cansada.

Yaiza como una niña buena se acerco a cara y con su lengua limpió toda la corrida de Víctor, me volteó y me puso boca abajo y empezó a comerme el culo también lleno de corrida, nos quedamos las dos totalmente desnudas en la cama mirando a los dos chicos.

Después de todo esto tomamos la última copa y ellos se fueron a sus casas, ya en la soledad Yaiza y yo comentamos lo que habíamos hecho riéndonos y demás. La verdad que fue una experiencia increíble.
Esa noche dormimos más a gusto que nunca, y por supuesto, al volver a nuestra tierra no dudamos en volvernos a follar entre nosotras una y otra vez, ya que cuando no nos apetecía salir a buscar chicos nos conformábamos con nuestros propios sexos mojados y llenos de calor.

Así que pasamos de ser grandes amigas a ser también grandes amantes, nos conocíamos sexualmente y psicológicamente, lo que nos hacía disfrutar como nunca disfrutábamos con un hombre.

Espero que os haya gustado.