Bueno, llevaba ya bastante tiempo comentando por casa que tenía que cambiar de silla, ya que la que tenía estaba que se caía a trozos.
Con el tema del covid, la mayor parte de sillas conocidas estaban sin stock o con envío en varios meses, por lo que estaba aguantando y ahorrando para cogerme la myochair o alguna parecida.
Pues ayer por sorpresa me llegó una takamikura, mi familia adelantando el regalo de cumpleaños y aprovechando un stock momentáneo de la misma.
Primeras impresiones: asiento bueno (especialmente si vienes como yo de la típica silla de ordenador giratoria, que son tablas), pero por lo demás incómoda. No me gusta nada el estilo racing de la misma que no te permite moverte con libertad, abrir un poco las piernas o sentarte ladeado, estás como encajado. Pocos ajustes ergonomicos: subirny bajar altura del asiento, reposabrazos (que también se mueve hacia delante y hacia atrás, y se puede girar) e inclinar el respaldo. Los cojines, especialmente el de la cabeza, hacen más mal que bien, este último es como si fuese demasiado grueso y deja el cuello y cabeza en una posición antinatural, al menos en mi caso. Sin él, la postura es más o menos correcta pero no puedes reposar la cabeza en momentos de descanso, ya que se queda muy atrás el respaldo.
En cuanto a lo demás, la calidad de los materiales me parece decente (en verano es necesario cubrir el respaldo con algo por el sudor), se desliza que da gusto y, por el momento, nada de chirridos.
Ya actualizaré en unos días según me vaya acostumbrando a ella y, sobre todo, tras pasar el finde, que podré probarla más intensivamente.