La chica-león se lanza hacia Kurogai mientras recita en rápida sucesión las palabras de un hechizo de curación. Cuando termina y recupera el aliento, grita con su voz y tonos caracteristicos:
-¡PARA LA PRÓXIMA VEZ, BUSCAOS UN PUNTO HEALER COMPETENTE, JODER!.- exclama furiosa mientras puedes ver perfectamente como su barra de PA ha quedado casi totalmente agotado debido al coste del hechizo de curación. Aún así, ves que la barra de HP de Kurogai va curandose poco a poco bajo pulsos constantes de magia espiritual.
Mientras tanto, tú te encuentras volando ante el rugiente monstruo cuyos alaridos parecen más las revoluciones de un motor de moto de alta gama. Con furia, atacas y atraviesas su coraza gracias a los grandes desperfectos dejados por la magia de Kurogai. Si bien tu espada no es más que una ligera molestia para el gigantesco ser, la carga ignea del ataque es otro cantar y puedes ver claramente como el fuego se propaga por su interior hasta hacerlo explotar en mil pedazos mientras su aceitosa sangre cae encima vuestra como lluvia.
Al mirar a tus compañeros para ver su estado actual, puedes ver al extraño avatar del principio de nuevo en la sala. Se encuentra mirando los restos calcinados y aún humeantes del escorpión-moto. Casi parece estar entristecido y mira hacia el infinito.