Me asombra la poca capacidad de ver lo que está ocurriendo por todo el mundo. Sabía que había poca, pero no esperaba absolutamente ninguna.
Lo primero es que creo que habría que darle un aplauso a PS. Porque hacer que la matriz de tu competencia se gaste ese dinero explica perfectamente cuanto de atrás has conseguido dejar a tu competencia. A sí que vaya por delante el reconocimiento tanto a PS como al resto de agentes del mercado de los videojuegos que han llegado hasta aquí.
Lo segundo por intentar ponerlo en prosa y no en números, es entender la situación. Una compañía que no ha sido capaz de liderar el mercado ni en productos ni servicios está en una operación para comprarlo todo y que te conviertas en su cliente porque no te quede otra, no porque tú quieras.
A su vez, este hecho influirá incluso en el estado de la prensa y otros agentes del mercado, que se enfrentan a una compañía cuyo dinero es infinito y no rinde cuentas a la calidad de sus productos y servicios. El periodismo aún el actual que vive de la publicidad (generada en el mercado de los videojuegos) explota también cuando se rompe este vínculo del origen del dinero.
No será hoy, porque no pueden pero será.
Son tiempos donde la industria del videojuego se mueve más que nunca, aún sin ningún videojuego, plataforma o servicio del que hablar. Los jugadores son espectadores de su mercado mientras aplauden los movimientos del mañana con la situación del ayer.
No ya Sony PlayStation, que también, sino todos los agentes del mercado de los videojuegos que llevan trabajando en el mismo hace décadas y han visto que su poder e independencia derivado de su trabajo es ninguno, deben tener las orejas de punta. Desde fabricantes hasta distribuidores pasando por developers y otras plataformas de distribución como Steam saben que Microsoft no hace prisioneros. Si se hacen con el control de todo el proceso creativo, producción y distribución no van a darle dos centavos a nadie.
Es la resolución del sueño húmedo del DRM de la Xbone. Si lo tengo todo, es imposible que me vayas a torear ni a pintarme la cara.