Habían secundarias y terciarias de tw3 que me animaban más que la historia principal
Te escapabas un momento del estrés sostenido del argumento principal y te encuentras una misión suelta en un pueblo perdido donde su desarrollo jugable te permite 3 o 4 variantes y luego las decisiones que tomabas a nivel argumental le daban un abanico de resoluciones muy disfrutable, era una manera refrescante de desconectar del juego si dejar de jugarlo.
Interpretabas a Geralt de Rivia, la versión que más te encajaba rolear de él (pues al final, había un número limitado de alternativas disponibles). Podías rolear un personaje previamente definido y, sin traicionar su esencia, que su aventura fuera la tuya.
De cyberpunk solo espero que esa libertad interpretativa no quede en un muñeco personalizable al que asomarse a un espejo para ver qué bien lucen los aumentos y la ropa to flama.
Que se note que las acciones más cotidianas posiciona a nuestro Avatar en la sociedad donde se mueve.