Una review de un medio bastante objetivo
"Empecemos diciendo que en Bungie tienen una serie de graves problemas. El primero es el diseño artístico: Texturas cutres, modelados de los NPC’s absolutamente infames, detalles francamente imperdonables en escenarios interiores (hay en especial un cuarto de baño al principio del juego que es para echarse a llorar y no parar en toda una semana). El segundo problema de Bungie es que no tienen ni puta idea de cómo se cuenta una historia en un videojuego. Y el tercer problema de Bungie es Microsoft y el puñetero intento de que Halo sea su estandarte para el multijugador en su plataforma Live, lo que hace que se “descentren” de su campaña para un sólo jugador y se centren en otras cosas que en mi opinión hacen un flaco favor a espíritu del “Halo” original. Que por cierto, no tenía multijugador (por internet, se entiende). El cuarto es el Hype desmedido en el que se ha visto envuelto este título. El Hype a partir de Halo 3 se medirá por el numero de veces que tu juego sale en el telediario de Antena 3 o Telecinco. Sí, hablo de ese Hype absurdo y desbordante del que Halo 3 es en parte culpable y a la vez víctima, ese Hype que comenzó a raiz de un E3 pasado, en el que la palabara “duda” empezó a revolotear alrededor del título estrella de la 360.
En cuanto al diseño artístico.
Una cosa que me llamó en su día y mucho la atención al jugar el Halo original era el preciosismo y obsesión por el detalle que poseía. Se notaba que era un título mimado hasta la médula, sin embargo en ese aspecto en Halo 3, como ya pudimos ver en Halo 2, el jugador recibe constantemente una de cal y otra de arena. El juego cuenta con algunas de las texturas más cutres usadas jamás en un juego de esta generación y sin embargo cuenta con una iluminación realmente bonita, cálida y encomiable. Por otro lado, algunos de los escenarios que ofrece son increíblemente grandes pero a su vez el antialiasing es un verdadero y jodido desastre. Si le añades un diseño de los modelos horroroso, unas animaciones faciales de hace dos años y unos sitemas de animación de los personajes patrocinados por el grupo de autómatas parapléjicos del instituto tecnológico de brunete, te viene a la cabeza una palabara. Coherencia. ¿Dónde coño está la coherencia en todo este tinglado? El que diga que este Halo 3 gráficamente es proporcional a lo que supuso el Halo original para la primera Xbox, MIENTE. Así de sencillo.
La historia
Halo 3 va de un fulano con escafandra que recibe el nombre ridículo de Jefe Maestro (no se si se han dado cuenta pero esto es como si a un ciclista le llamaran “Lider Victorioso”, a un piloto de avión “Comandante Supremo” o a una señora de la limpieza “Clara Pulcra”) y su intento por salvar la galaxia de una raza o igual más, no lo sé, que quieren cargársela porque más o menos les viene saliendo del rabo. Le ayudan en la taréa, un comandante negro que fuma un puro pero no hace nada, el Capitán Stubbing de vacaciones en el mar, una de las azafatas de capitán y una fulana de azul que por las cosas que dice, parece que tiene la regla.
Soy mala. Soy buena. Digo cosas feas. Estoy en tu cabeza. No sé, pero aclárate mujer que me estás dando la puta tarde.
Decir que he comprendido si quiera una sóla línea de lo que acontece en la pantalla sería dármelas de listo; y no, no lo voy a hacer porque creo que he de ser franco, no he entendido una mierda de qué va la historia. Pero ni una mierda. Esto no supondría un problema para un juego de acción que no pretendiese darle tanta importancia al guión, o en el que la historia fuera algo secundario que no importara o se vendiera como una mera excusa… pero es que resulta que en Halo, con todo el rollo de los libros, los ilovebees, el viral marketing y la ostia en bicicleta, nos han vendido una historia que yo esperaba que se aclarara en esta tercera parte y resulta que no sólo no se aclara si no que se lía todo más y más dejado al jugador con miles de dudas que deberá de solventar en la wikipedia. Tócate los cojones. El problema viene en que en éste tipo de juegos la historia marca normalmente un objetivo al jugador; le dice por qué está ahí, para qué, cuál es su cometido en todo el embrollo y qué es lo que ha de hacer para solucionarlo, y sin objetivo ni motivación es cai imposible no sentirse “desarraigado ” del universo que los programadores han creado para él. Desmotivado. Desganado.
Con el Multiplayer M$ ha acertado de lleno porque es sencillamente el de Halo 2 vitaminado y con muchas más opciones que lo convierten fácilmente en el mejor título multiplayer aparecido hasta la fecha jamás en una consola. Lo que pasa es que como yo personalmente tengo un PC, no voy a estar perdiendo el tiempo teniendo por aquí una copia del Quake Wars, pero para todos aquellos con Live es de compra obligada aunque sólo sea por el maravilloso método cooperativo. Las risas están garantizadas.
Y llegamos al meollo de la cuestión: La jugabilidad.
Lo que mi memoria guarda como memorable de Halo son dos cosas, enormes batallas campales y vehículos por tierrra y aire. Los anodinos y olvidables interiores repetitivos, desaparecieron en gran medida en Halo 2 (gracias a Dios) y en este 3 (quitando una de las horribles fases finales en las que parece que estés jugando al Painkiller) también se ha seguido esa tónica. Y cuando este Halo 3 retoma ese espíritu, es cuando brilla por todo lo alto por encima de los demás. Muy por ecnima de los demás.
Sólo puedo decir que hay 4 momentos del juego que me hicieron ponerme de pie con el Pad en la mano y no es algo que me suceda muy a menudo (con excepción del puto Dead Rising cuando me di cuenta de que tenía que volver a empezar el juego de cero) de pura emoción y son justo esos 4 momentos en los que este Halo 3 es más Halo que nunca. Pero el resto… el resto del juego vuelve a mezclar buenos momentos con cosas muy mediocres y mal planteadas. Con incluso alguna repetición de la misma tarea varias veces que hará que perdoneis para siempre la fase de la biblioteca del Halo original. Pero aún con todo, cuando es aburrido, Halo 3 sigue siendo un juego con una mecánica realmente atractiva, porque siempre te queda la opción de volver a por otra arma, de plantear tus combates y de hacer el maula con los vehículos, verdadera razón de ser de la saga.
En realidad, el hecho de que en este juego ya no luches contra los “elite” del Pacto, le hace un flaco favor al juego, puesto que en el Halo 1 y 2, precisamente lo que le salvaba de la quema a las fases interiores era la despiadada inteligencia de dichas tropas, lo que hacía que los combates a cubierto, si bien no llegaban a la magnificencia de las grandes melés que se desarrollaban en espacio abierto, fueran también divertidos. Aquí, su ausencia descompensa y acentúa todavía más esta diferencia.
Y sin embargo… algo tiene Halo 3 para que me lo haya acabado dos veces en una semana y la primera vez me lo acabara de una sentada. Algo intrínseco en su jugabilidad que hace que cuando se pone en plan Halo, brille por encima del resto. Sólo por esos momentos puntuales pero irepetibles y el mejor multiplayer hasta la fecha en una consola, hacen de Halo un título que nadie debería dejar de pasar por alto, ahora, sinceramente, si no tienes live o no te interesa y te lo vas a comprar para jugarlo sin colegas en casa y sólo por la campaña para un jugador, yo que tú me iría olvidando de todo el baño de Hype en el que Microsoft ha sumergido al juego, porque la verdad es que no es para tanto."