Nunca es tarde para jugar a uno de los mejores SRPG creados hasta la fecha así que aquí os traigo el late to the party de Final Fantasy Tactics: The War of the Lions. Leed sin miedo pues está libre de spoilers.
Para el que no conozca el género, SRPG es una variante del género RPG de toda la vida pero enfocado a los combates estratégicos (strategy RPG o simulation RPG), en éste juego la única parte en la que interacturamos serán las batallas. Pero menudas batallas.
Nos encontramos ante uno de los SRPG más duros y exigentes que os podeis encontrar: enemigos que tienen la misma cantidad de vida (o más) que cada una de vuestras tropas, con ataques igual (o más) poderosos que los vuestros, superioridad numérica, muerte permanente, heroes enemigos más duros que los vuestros y otros detalles que nos obligarán a dominar por completo los jobs, habilidades y objetos que tenemos, sabiendo cuando usar cada uno en cada momento exacto, penalizando mucho el ir a lo loco y haciendo que planteemos bien el progreso tanto de cada tropa como de todo el escuadrón.
Para los veteranos de la saga Final Fantasy la palabra job es más que conocida, los diferentes "trabajos" que puede desempeñar una unidad afectan a sus estadísticas, comandos y habilidades y éste título hace un genial uso de ellos con un sistema que parece una pequeña vuelta de tuerca a lo que vimos en Final Fantasy V. Nuestros soldados pueden cambiar a cualquier job siempre y cuando cumplan los requisitos de nivel de job solicitados lo cual les dará acceso a los comandos propios de ese job, además de poder equipar un hueco del menú con comandos de otro job, pudiendo también equipar habilidades de movimiento, reactivas y activas creando un sinfín de clases mixtas y dando posibilidades estratégicas y combos increibles.
Podéis tener un mago negro / invocador con una habilidad que le permita equipar armaduras pesadas aumentando su aguante en la batalla o quizá prefirais algo clásico como un caballero especializado en el combate cuerpo a cuerpo pero con la habilidad de tirar magia blanca que lo convierte en una especie de paladín. O un geomante capaz de atacar con el entorno y que además tenga la habilidad de apuntar propia de un arquero, o un mago temporal que paralice a los enemigos para después invocar a Ifrit sobre ellos o....
Todas estas posibilidades no están ahí de casualidad, las vamos a necesitar. Como comentaba antes la dificultad es endiabladamente alta, cada soldado enemigo (y los héroes ya ni os cuento) es capaz de hacer pedazos a cualquiera de los vuestros y eso os va a obligar a plantear muy bien la colocación, movimiento y habilidades que haremos en cada momento. Los escenarios son pequeños y una casilla o dos de distancia puede suponer la diferencia entre que nos paralicen a un Guerrero o nos tiren un "Charm" al mago de turno haciendo que se vuelva contra sus compañeros, por poner algunos ejemplos.
No hay que olvidar que existe muerte permanente y esto hará que perder definitivamente a un soldado en una batalla (hay 3 turnos para resucitarlos con colas de fénix una vez caen) hará que lo perdamos para siempre y tendremos que elegir entre asumir la pérdida o botonazo, Load Data y vuelta a empezar.
Tanta exigencia nos viene a pedir que usemos las habilidades de la manera más sabia posible, pues solo mediante combinaciones e inteligencia podremos superar estos combates en los que en la mayoría de ocasiones tenemos las de perder y esto es algo realmente satisfactorio.
El otro punto a destacar del juego es su trama: seria, madura, cruda y violenta. Que no os engañen los gráficos bonitos y desenfadados con personajes cabezones, estamos ante el Juego de Tronos de los videojuegos de la década de los 90.
En el mundo de Ivalice, devastado por 50 años de guerra ininterrumpida y todavía sin recuperarse, nos encontraremos manejando al aspirante a caballero Ramza, un joven noble acompañado de su mejor amigo Delita, el cual es de baja cuna. Tras unos pocos combates empezará a vislumbrarse una trama muy orientada a la guerra de clases, la lucha por la libertad y los principios, todo ello mientras un nuevo conflicto armado empieza a tomar forma y cada personaje ha de escojer a que bando va a entregar su lealtad.
No decía lo de Juego de Tronos por cualquier cosa: varios personajes icónicos van a morir, hay una cantidad ingente de personajes todos ellos inter-relacionados, con sus propios propósitos, metas e intrigas que se iran desvelando poco a poco y que nos mantendran enganchados a las secuencias entre niveles. Quizá si se podría decir que hay demasiados y en más de una ocasión es algo complicado seguir bien el hilo y no perderse, a lo cual no ayuda la localización del juego que hace que todos hablen en un perfecto inglés arcaico.
No os miento cuando os digo que estáis ante un juego que merece ser jugado, pese a haber pasado 21 años desde que fue lanzado por primera vez todos estos años no han hecho mella en una obra atemporal que encontraréis en la mayoría de tops del género.
Si bien el título original fue lanzado en 1997 para PlayStation yo he preferido jugar la versión Android que no es más que un port del remaster que se hizo para la consola PSP en el año 2007, la versión conocida como "The War of the Lions". El remaster añade algún heroe nuevo, mejoras de quality of life y escenas animadas entre algunos capítulos pero no altera la jugabilidad. El port a Android está orientado a controles táctiles y se juega muy bien.
Dadle una oportunidad que la merece.