Saga Metal Gear Solid #HG

Bienvenidos a la polémica, polémica que ya es visible en nuestro día a día a pequeños niveles y que va a ir a más. Vais a leer este tocho, muchos seguramente lo ignoraréis, pero luego en unos cuantos años lo volveréis a recordar cuando en internet esté la gente citando a Kojima respecto al tema de la raza de la misma manera que lo hacen ahora con los memes.

Este tema es muy políticamente incorrecto, y voy a tocar temas reales y ejemplos de la realidad que puede hacerme costar vuestro odio (implicando que me importa). No digo que en todo lo que yo diga aquí tenga razón, al final como siempre la vida está hecha de interpretaciones (nunca mejor dicho considerando el final del juego), pero me veo forzado a dar este aviso porque seguramente lo más bonito que me podéis llamar tras esto es nazi. Y por supuesto, tened en cuenta que esto es lo que yo he sacado del mensaje del juego, no necesariamente voy a estar de acuerdo con todo, ni mucho menos apoyar unas posturas u otras.

Dicho esto, ya puedo desmelenarme. Este juego es una hostia con la mano abierta al multiculturalismo, la imigración, el control de las libertades y básicamente cualquier política que hable del todo somos iguales, la aceptación, la paz, la felicidad y los arco iris.

Hablando con Code Talker, Kojima usa la historia de los Estados Unidos como ejemplo básico del funcionamiento de las culturas y las razas. Lo que nos deja más claro es que la convivencia entre diferentes identidades y culturas no puede ir junto con “pacífico”. Usa a un viejo navajo para contarnos como para lograr la unificación era necesario sacar a los niños de sus casas, romper sus pasados desde antes de incluso tener memoria y forzarlos a adoptar nuevos nombres, idioma y sueños. La forma de que los estados unidos estuvieran realmente unidos fue a través de la sangre, de la violación de las culturas y de los que las personas han sido, para romper su contexto e introducirlos en la sociedad que ellos veían apropiada. Una sociedad dominada por el control para lograr la unificación, ¿veis ahora por qué Kojima está tan obsesionado con 1984?
Este mismo ejemplo se puede aplicar a lo largo de la historia con la religión, la esclavitud y un largo etcétera. Las diferencias entre las personas no se salvan con buenas intenciones, muchas somos incompatibles, muchas han nacido y han escogido luchar, la venganza, ser distintos, el conflicto. Pues como dije en el tocho anterior, las personas necesitan dicho conflicto, necesitan un enemigo, ¿y acaso no se ve reflejado en la actualidad? Como cada año las enfermedades mentales entre la población van en aumento, ¡incluso la gente se inventa que están enfermas! Cada vez es más normal a la gente decir que sufre de PTSD, epilepsia o yo qué sé, todo porque quieren ser algo, necesitan tener una identidad.

Se habla de aceptación de religiones, de culturas, de formas de pensar, de todos ser iguales; pero muchas de esas formas nos vuelve incompatibles. Aunque el idioma se unifique, aunque las tecnologías nos permiten cada vez estar más unidos, al final la cabra tira al monte como siempre se ha dicho, las personas acaban juntándose en comunidades más pequeñas, se crean espacios cerrados para sólo escucharnos a nosotros mismos y a los que están con nosotros, nos llenamos de ideas que teóricamente suenan bien, sólo para crear una realidad apropiada a lo que queremos, no a lo que realmente es. En las últimas cintas, Zero menciona como ya tiene su plan perfecto para la unificación en marcha, a través del contexto con los Patriots. Básicamente nos dice que ha pasado del tema de unificar por idioma, porque sabe que simplemente porque dos personas tengan algo en común no significa que puedan encajar, y va al control de las masas por el contexto, el control de la información y lo que los rodeas, otorgando falsas realidad pequeñas, y vamos todos esos rollos que ya os conocéis de los juegos anteriores. Pero en definitiva lo que tenéis que sacar es que es un mensaje negativo, un mensaje que habla de la imposibilidad de la paz y la unificación a no ser que haya sangre.

Por poner ejemplos de estas "comunidades cerradas" y verdades falsas extendidas, se me ocurren como los índices de racismo siempre son más alto en los países y zonas donde hay mayor diversidad de razas conviviendo en un mismo sitio, sin embargo nos repetimos aquello que “el racismo no es nada más que ignorancia”, cuando somos nosotros mismos lo que tenemos menos contacto con el exterior en nuestras pequeñas burbujas y comunidades. La unificación a través de la aceptación no existe, porque las personas necesitamos de ese sufrimiento para vivir. Muchas veces a lo largo de la historia se menciona como Mother Base es un sitio multicultural donde se unen mucha gente distinta, que es un reflejo de lo que el mundo debería realmente ser. Los soldados hablan distintos idiomas, se pelean, vienen de lugares distintos; pero tienen un punto en común: todos admiran al Big Boss.

No dejan de ser soldados, no dejan de ser gente violenta. Si baja mucho el nivel de stress en la base por estar en números rojos o por no pasarnos, tenemos incluso una escena en la que vemos a los soldados peleando a cuchillo, nos salen esos mensajitos de que más y más soldados se los llevan a la enfermería, y como en definitiva nosotros mismos somos necesarios para que todo aquello se mantenga en pie.

¿Pero qué es el Big Boss si no el mayor símbolo de violencia del mundo? La insistencia en que eres un demonio, que has ido a lo más profundo del infierno, el estar lleno de sangre y todo ese largo etcétera. No eres nada más que el claro ejemplo del enemigo común, o en este caso, la figura común que todos adoran. Al final, da lo mismo si es la religión, el idioma, la violencia o el Big Boss, la única forma de mantener a la gente a raya de su propia naturaleza y poder convivir es con esa delgada línea de sufrimiento, lucha e identidad.

Bien que había paz en Estados Unidos antes respecto al tema de las razas, primero eran esclavos y luego simplemente se les obligaba a romper su cultura, ¿pero eso ha logrado algo? Conforme las libertades se han abierto las quejas han aumentado, los conflictos y las luchas son cada vez más habituales y siempre nos señalamos con el dedo los unos a los otros, cuando realmente nos estamos buscando a nosotros mismos. No existe libertad plena de nuestra propia naturaleza, o se fuerza la sumisión o el conflicto es inevitable.

Esa es la gran mentira del multiculturalismo en la actualidad. Realmente la unión del idioma, la tecnología, y las posibilidades sólo han conseguido destruir la identidad de las personas. Las fronteras cada vez se vuelven menos claras y abiertas, pero al mismo tiempo nosotros mismos nos diluimos en sentimientos de fracaso, insignificancia, engaños propios de una falsa utopía, y de ahí las millones de referencias a 1984 de George Orwell, y cómo una sociedad en paz y aceptación sólo puede ser forzada, y no creada de forma natural.

Con esto quiero acabar no tanto en sí esto es real, o si deberíamos hacer algo, o si hay que votar luego a los de la gaviota o la coleta, sinceramente todo eso me la suda muchísimo. Kojima no habla de soluciones, habla de hechos e interpretaciones, y yo aquí me limito a decir lo mismo. Ese mensaje de la falta de identidad, de países absorbiendo unos a otros a través de la adopción de la cultura y el idioma, de las enfermedades mentales cada vez más frecuentes en la gente precisamente por no encontrar un motivo de su existencia. Vamos a encontrarla muchísimo de ahora en adelante en estos años. Me sorprende ya de hecho saber que Kojima lleva con este guión escrito desde hace años y que sea justo ahora que sale el juego cuando por ejemplo tenemos el caso de la inmigración masiva de Siria o las protestas y trifulcas en USA por crímenes interraciales o los casos de censura masiva en internet como con el TPP para unificar las leyes y el control a nivel mundial.

Cuanto más unidos estemos, más saldrán estos temas a la palestra, más medidas se tomarán constantemente para evitar el inevitable conflicto, tomando nuestras libertades y en consecuencia nuestra libertad. Y entonces, pasados unos años, este juego volverá salir adelante como un ejemplo de que todo volvería a ocurrir, de que no todos somos tan iguales porque necesitamos ser diferentes, y nuevamente una vez más diremos... Kojima tenía razón.

Bienvenidos a las tetas, tetas que ya son visibles en nuestro día a día a pequeños niveles y que van a ir a más. Uy no espera, estoy mezclando con el anterior techo. ¡Pero no puedo evitarlo! Porque hoy vamos a hablar de pechos dulces y turgentes, quiero decir, de Quiet.

Quiet, al igual que el resto de personajes, está movida por la venganza. Es el primer enemigo que nos encontramos en todo el juego literalmente (aunque no hagamos mucho tampoco para enfrentarnos a ella), y por venganza viene a nosotros, a matarnos, pero hay algo que cambia.

Ella, al igual que tú, tiene consigo un trozo de pétalo blanco, ya hablé de cómo las rosas blancas representaban a The Boss y cómo iban cambiando hasta convertirse en rosas azules en MGS4. Es curioso como Kojima representa esa voluntad de The Boss en este juego, con petalos esparcidos de la rosa blanca, que no podemos agarrar porque nos falta la mano… y que además se va quemando. Una voluntad que arrasa y quema todo lo que hay en su camino. La voluntad original es quemada y todo lo que queda es rabia, o en este caso, venganza.

Ya con Quiet cuando nos enfrentamos a ella y la vencemos, tenemos ese momento exacto que replica nuestra situación con The Boss. La tenemos a tiro, somos nosotros los que tenemos que disparar, pero no lo hacemos, y la salvamos. La obligamos a encontrar un nuevo camino en cierto modo.

Como ya he dicho mil veces, este juego va de encontrar una identidad. El propósito de The Boss no es que esté muerto aquí ya, sino quemado, destrozado, pisoteado sin contemplaciones básicamente. Ha muerto, pero vuelve a nacer con el objetivo de la venganza, gana un propósito para seguir adelante. ¿Y quién es quemada como el pétalo y busca venganza? Ay bingo.

Toda la historia de Quiet va en torno a encontrar estos giros en la vida. El romance que surge de la nada, sentimientos sin palabras que se desarrollan sin sentido alguno, la colaboración y los vínculos que unen a dos personas que deberian matarse. Yo mismo pulsaré el gatillo dice Venom cuando trae a Quiet a la base, es como algo que deja ahí pendiente, como una parte de su naturaleza que controla durante un tiempo en vistas del “qué puede ocurrir” y con la excusa de que la chica les puede ser muy útil. Ah y el fanservice, no nos olvidemos del fanservice.

Su discurso es claro y conciso en su misión final. Nos habla de mostrar su gratitud a través de su silencio, pues si ella hablaba podía matarlos a todo sacando los parásitos de la lengua inglesa. Le salvas la vida y ella decide hacer lo mismo callándose. Todo esto es por supuesto simbólico, lo que realmente quiere decirnos Kojima es que si el idioma da identidad y por lo tanto conflicto, entonces a veces el silencio puede traernos algo más por contraposición. Dos personas destinadas a tomar la vida del uno y del otro por su propia naturaleza pueden terminar intercambiando algo más que palabras, sentimientos que no pueden ser expresados en ninguna lengua y que de alguna forma, aunque incomprensibles, están ahí. Las personas tienen un rango de imprevisibilidad que se nos escapa de las manos, lo que somos o queremos ser puede surgir también de otras fuentes. El conflicto no existe exclusivamente como algo negativo o doloroso, el conflicto también lo encontramos en la dificultad de querer a alguien, de querer acercarnos a otra persona, conocerla, o en este caso, salvarla. Es otro idioma más, otro detalle a tener en cuenta, y un pequeño claro en una historia llena de sangre y venganza.

Quizás por esto la misión de Quiet está considerada como uno de los endings, porque realmente cierra el mensaje pero con otra alternativa, con un poquito de fe en comparación a todo el resto del juego. Su presentación en aquel famoso trailer fue “A Sniper deprived of her Words”, pero sabiendo ahora su historia, no es que le quitaran la voz, ella decidió silenciarla.

En contraposición a Quiet, o más bien a Venom, tenemos a Skull Face, como bien se deja ver con el claro simbolismo entre ambos como en la imagen de arriba. Su papel en la historia debe entender como un contrario a ti, “A ghost without a Past”, al igual que tú, que eres el Phantom del Big Boss y has dejado todo tu pasado atrás. Skull face es ese reflejo necesario para poder encontrarte a ti mismo. De ahí que aun después de muerto lo sigamos viendo por ahí, porque no puedes despegarte de él, y de lo que significa para ti como jugador.

Nos vemos en la misma situación con Quiet que con él, lo tenemos a tiro de pistola justo debajo de nosotros, nos quedamos ahí esperando para ver si le disparamos o no, ¿pero cómo termina esa escena? Le revientas las piernas y los brazos para que sufra. Es lo que tiene la carencia de pechos…

Ahora en serio, lo que nos encontramos con Skull Face es como dije ya un motivo. Quién es o no carece de importancia, lo que nos interesa es que siempre ha estado ahí, como un reflejo del propio Venom, de XOF en lugar de FOX, una persona sin rostro en comparación al famoso rostro del Big Boss para que precisamente refleje esa falta de identidad y de búsqueda de la misma, todo bien mascadito para dejarlo aún más claro por si teníamos dudas. Su charla cara a cara, uno frente al otro, cuenta todo el mensaje de la raza que Kojima quería contar, nos da explicaciones, nos hace ver un antagonista y un motivo de venganza. Y antes de morir le vemos exaltante, su muerte realmente no importa, pues las ansias de venganza ya están ahí, y mientras eso exista, su objetivo estará completo. Como ya he dicho, los personajes de este juego están prácticamente todos muertos, la mayoría siguen vivos gracias a parásitos y el que no le faltan partes del cuerpo y están medio locos. Morir o no a estas alturas significa poco si a cambio puede cumplir su objetivo. Y esto es aplicable tanto para él como para nosotros, de ahí esa forma tan brutal de matarlo, como un intento desesperado de encontrar alivio en nuestra existencia, cuando realmente al terminar nuestra venganza y por ende con nuestro sufrimiento, lo que estamos haciendo es matar a nuestra propia identidad.

Ahora le toca a Huey, “a technocrat who stands on his ground”, y tanto. ¿De verdad creíais que esta definición era simplemente porque no tengo piernas hurdur? Huey se mantiene en su opinión y su forma de ver la vida durante toda la historia, hasta en momentos claros en los que tienes que matar a tus propios compadres si no quieres que todos los demás mueran. ¿Y qué es lo peor? Que no tiene razón.

Se deja bastante clarito que Huey tiene muchas mentiras y mierda detrás, que no es tan santo como parece, y para cuando le obligas a irse de la base él sigue erre que erre, a pesar de que le has salvado la vida. Como bien dicen, él seguirá creyéndose sus propias mentiras toda su vida, como un escudo para protegerse de la realidad a través de esa personalidad bobalicona que se ha creado. Huey es un personaje muy bueno a lo largo de la historia, en su forma de actuar y sus diálogos, a mí personalmente me ha encantado y aunque lo que pueda decir de él es obvio y todos problamente ya os habéis dado cuenta, quería dedicarle un poquito de tiempo, pues todos somos un poco Huey, todos nos engañamos con aquella verdad que nos viene mejor, con pequeños cambios en la vida.

El resto creo que no me hace falta explicar nada, pues son bastante obvios y directos, y no creo que pueda decir nada que no sepáis ya. Sólo insistir en la Skull Unit, Volgin y el no-Psyco Mantis, y como fueron presentados como “those who don’t exist”, lo dabamos por alucinaciones de nuestro personaje, pero no fue así, tenían una explicación después de todo. Entonces, ¿por qué ese nombre? A estas alturas ya deberíais saberlo. Este juego va sobre la identidad y la existencia, no existir no significa no existir en sentido literal, sino en forma de personalidad.

El tercer niño aka no-psycho mantis es alguien carente de personalidad, que se une a otros que sí la tienen y explota sus poderes. Si os dais cuenta, siempre se acaba uniendo a esa persona que tiene mayores sentimientos de venganza, y les da fuerza y poderes. ¿Qué es más claro que ese personaje como el simbolismo de la fuerza de vida que nos supone el sufrimiento? Volgin sigue vivo por venganza, Eli toma el control del niño por venganza. Es alguien que no existe, y por lo tanto, se alimenta de otros para poder existir… igual que los parásitos… o nosotros mismos.