WorldShift, al que no veremos en nuestros PCs hasta Abril del próximo año como muy pronto, ya ha sido objeto de análisis en diversas webs en una versión preliminar, y las primeras conclusiones se relatan a continuación a modo de resumen.
Está claro que WorldShift no es un juego de estrategia en tiempo real a la vieja usanza, combinando ciencia ficción, fantasía y otras influencias de manera poco ortodoxa, lo cual no es malo.
Conociendo de antemano la historia relatada en #1, sabemos ahora que los humanos cuentan con máquinas tipo "mecha" y que su mejor baza resulta ser la contundencia de su poder de fuego. Por su parte, las tribus mutantes tienen habilidades especiales como el teletransporte. De los aliens se puede adelantar que se tratan de unos híbridos entre Zerg y Protoss.
Los humanos parecen influenciados por los ideales de un ejército romano (son los más robustos en combate, una sociedad lista para la guerra). Sus unidades llevan armaduras pesadas y algunas de ellas son robóticas.
Las tribus, que son humanos mutantes, poseen tintes más religiosos, de tendencias a la cultura Maya y con poderes curativos. Pueden invocar unidades del Inframundo para que les sirvan en combate.
Como decíamos anteriormente, los aliens nos traerán recuerdos de los Protoss y Zerg de StarCraft, con comandantes altos y aspecto siniestro. Su armamento será de lo más avanzado, con tropas que parecen insectos.
Cada raza tiene sus propias subfacciones, lo cual las dota de gran variedad, a pesar de que en principio sólo tienen una docena de unidades propias. Al parecer, cada unidad tiene su propia habilidad activa y pasiva, mientras que cada raza tiene habilidades globales que el jugador podrá usar independientemente de la unidad. Por ejemplo, las tribus pueden atacar con efectos climatológicos o curar zonas específicas, mientras que los alienígenas llenan el campo de batalla con agresivos insectos.
La jugabilidad de WorldShift es la de todo juego de estrategia en tiempo real de los que ya conocemos, pero con algunos ingredientes. Uno de ellos es el especial hincapié que se hace en la microgestión de las unidades -no ganaremos simplemente con seleccionar todo el ejército y "tirar palante"-. Los médicos deben andar cerca de las tropas más importantes, mientras que los francotiradores harán mejor su trabajo si los situamos en un lugar alto en la retaguardia.
La interfaz del juego, cuando seleccionamos un grupo de unidades, nos muestra una barra de habilidades que contiene todas aquéllas con las que cuenta nuestro combinado. También durante la batalla podremos equipar nuestras tropas con elementos con los que somos premiados tras acabar con jefes finales o al cumplir ciertos objetivos.
De lo que se ha podido ver en el cooperativo 1 vs 1, existe la típica construcción de la base y gestión de recursos, pero a una escala muy inferior a lo que estamos acostumbrados.
En el modo cooperativo, el aspecto estratégico del juego depende de nuestra habilidad manejando a un grupo limitado de tropas que confeccionamos al inicio con una cantidad de puntos. No habrá construcción de bases, ni recolección de recursos (será un enfrentamiento entre tú y tus tropas con las del enemigo). Aquí es donde el género de este juego se difumina, porque WorldShift comienza a parecer un RPG: cuentas con una serie de unidades y cada miembro cuenta con habilidades especiales que puedes mejorar al recoger reliquias del campo de batalla. Al dotar a una unidad con una de estas reliquias, aumentaremos su ataque, energía, y otras características.
Los entornos son amplios y exuberantes, y todo se mueve bien sin ralentizaciones a la vista, incluso cuando en las batallas se juntan alrededor de 100 unidades llenas de detalle y color.
Por su parte, el generador de mapas aleatorios parece crear escenarios unidos entre ellos como si se tratase de una mazmorra, en lugar de recrear extensiones abiertas de terreno. Al igual que en el generador de mazmorras de Diablo, cuentas con una dirección a la que ir: accedes a un lugar, mátalos a todos, accede a otro lugar, mátalos también, etc.
Comentan algunos de los que realizaron el análisis, que a pesar de ayudar este sistema de mapas a los no iniciados en juegos de estrategia, puede suponer también una limitación a los jugadores más experimentados.
Hasta que llegue la versión final de WorldShift, las batallas parecen ser demasiado caóticas, aunque bastante vistosas. Jugando solos en lo que será un mapa de 3 personas en modo cooperativo, la acción en pantalla es tan considerable que llega a agobiar, así que imaginemos qué pasará cuando juguemos acompañados y haya el triple de unidades en el mismo mapa.
A modo de conclusión, podemos decir que WorldShift es, sin duda, un juego bonito, y que además presenta un gran potencial de cara a lo que podremos ver cuando esté finalizado.
Fuente: http://www.worldshift-game.com/