Os vengo a contar lo gafe que soy. Bueno, vengo a contaros mis mierdas, para qué engañarnos.
Ayer jugando al fútbol se le salió el hombro a un amigo, aunque pudo colocárselo y siguió jugando, con molestias, eso sí. La segunda vez, cuando se volvió a caer y apoyó el mismo hombro contra el suelo, tuvimos que llamar a la ambulacia por el intenso dolor que tenía y porque no podía colocárselo él mismo. Según nos decía, lo tenía fuera.
Hasta aquí todo bien, ¿no? Bien no, pero normal.
Pues resulta que esta mañana, haciendo tiempo antes de jugar al fútbol ( encima yendo a clase sólo para entregar un trabajo, cómo no), decidí darme una vuelta por ahí. Fue bajar hasta un supermercado y darme la vuelta para ir a las pistas de fútbol y ver un accidente de moto de una chavala. Me acercé rápidamente a ella para socorrerla (junto a más gente) y pedí pañuelos porque tenía una herida en la barbilla. Además, le dolía una de las rodillas y estaba mareada. Alguien llamó a la ambulacia y mientras tanto la levanté del suelo (cortaba todo el tráfico y podía moverse) y se sentó en un escalón. Algo más tarde llegó la ambulancia a la que habían llamado, supongo. Había dos miembros del CNP que se habían acercado, así que me fui. Me llamó Alí y soy moreno, vete tú a saber.
Y para colmo hemos perdido nuestro primer partido del trofeo de la Universidad de Granada tres a uno.
Shit!