Poesía

huerohuero

#329 Jajaj, sí, estoy bastante influenciado por él, esa la escribí escuchando de fondo "Miro la ventana", la estructura es parecida, de hecho en el blog el titulo es ese mismo.

Y no me lo tomo a mal, ni de coña, al contrario jaj, escribo todos los días porque a mi me hace sentirme mejor y saco del tintero lo que quiero recordar para otra vez.

Pandora_6

#322 No, es de Sobre la grama ;)

Después de leer tantas páginas que el tiempo escribe con mi mano,
quedo triste, Tarumba, de no haber dicho más,
quedo triste de ser tan pequeño
y quedo triste y colérico de no estar solo.
Me quejo de estar todo el día en manos de las gentes,
me duele que se me echen encima y me aplasten
y no me dejen siquiera saber dónde tengo los brazos,
o mirar si mis piernas están completas.
"Abandona a tu padre y a tu madre"
y a tu mujer y a tu hijo y a tu hermano
y métete en el costal de tus huesos
y échate a rodar, si quieres ser poeta.
Que no esclavicen ni tu ombligo ni tu sangre,
ni el bien ni el mal,
ni el amor consuetudinario.
Tienes que ser actor de todas las cosas.
Tienes que romperte la cabeza diariamente
sobre la piedra, para que brote el agua.
Después quedarás tirado a un lado
como un saco vacío
(guante de cuero que la mano de la poesía usó),
pero también quedarías tirado por nada.

Yo me quejo, Tarumba, de estar sirviendo a la poesía y al diablo.
Y a veces soy como mi hijo, que se orina en la cama,
y no puede moverse, y llora.

-Jaime Sabines-

1
rackinck

Bluebird

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say, stay in there, I'm not going
to let anybody see
you.

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I pour whiskey on him and inhale
cigarette smoke
and the whores and the bartenders
and the grocery clerks
never know that
he's
in there.
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say,
stay down, do you want to mess
me up?
you want to screw up the
works?
you want to blow my book sales in
Europe?

there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too clever, I only let him out
at night sometimes
when everybody's asleep.
I say, I know that you're there,
so don't be
sad.
then I put him back,
but he's singing a little
in there, I haven't quite let him
die
and we sleep together like
that
with our
secret pact
and it's nice enough to
make a man
weep, but I don't
weep, do
you?

Charles Bukowski

Esta versión leída es brutal, la voz vieja, quebrada y cansada es buenísima.

En castellano:

spoiler
6 1 respuesta
9 días después
Pandora_6

Reglas de juego para los hombres que quieran amar a mujeres mujeres

I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.

III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

-Gioconda Belli-

3
huerohuero

¡No! Me largo de aquí,
dije antes de partir, por mi,
ya hasta el aire me hace vomitar,
qué, ¿quieres hablar?
pues siéntate y cuéntame,
a ver coño hay que arreglar.

No pienses en mi,
que yo ya no me importo,
quizás, pude, al mirarte, ¡qué mal!,
y, ¿ahora qué hacer?
si de la vida no me importa,
¡más que una sonrisa que se esconde!,
¡venga corre, venga corre!

Tú, déjate estar,
decías de la vida,
búscate un motivo existencial,
yo y la soledad,
la prefiero a tantas cosas para disfrazar;
la banalidad,
me ato por el miedo a estar equivocado, ¡no sé!,
que coño significa,
desde que me dije,
¡coño me ha mirado y ahora el corazón me escuece!
¡que se queme, que se enciende!

¿Quién viene hacia mi?,
si cada vez que sufro,
solo huyo y no pienso ni en mirar pa'trás;
no puedo fingir,
la vida me sonríe,
me giré y la vi allá,
¡y vuelta a empezar!,
¡si busco un beso traicionero y
mato al tiempo hasta verlo!

¡Que me pierdo, que me pierdo!

(Propio).

1
YaZzMaN

Otros adioses pesan como una vida entera
el mío no
este adiós es ligero
como tus ojos de gata
como el humo de colores que suspiras
soñando siempre despierta
con ese mundo mejor.

No te voy a extrañar
ni llegaremos a ser extraños
no te voy a echar de menos
no te voy a echar
de ningún modo, quédate tranquila.
No sé cuándo nos veremos
pero pensaré en ti hasta invocarte
y cada metro será una puntada más
tejiendo la distancia con hilos de sangre.

Quizás me ataque la nostalgia
y me pille con la guardia baja mirando al cielo
y te eche, un poco, de menos.
A ti, la de las mil caras
todas familiarmente desconocidas
la orgullosa, la que no perdona
la dueña del relámpago
la de la sonrisa de neón
la amante.

Sí voy a extrañar tu nervio
tu electricidad
tu alegría violenta el fin de semana
tus temblores y derrumbes
también tu silencio
despiadado cuando esperas la primavera.

Tú.

Te voy a echar de menos
definitivamente.

Aunque seas la más puta cuando quieres
la menos buena
la más cruel
la de las canciones
la reina enterrada bajo la corona.
Fíjate
al final sí te voy a echar de menos
Madrid.

De este hombre https://twitter.com/elgriswashere

1
2k_Antho

algunos perros que duermen por la noche

deben de soñar con huesos

y yo recuerdo tus huesos

en carne

y sobre todo

con aquel vestido verde oscuro

y aquellos lustrosos zapatos negros

de tacón alto,

siempre maldecías cuando estabas

borracha,

con el pelo sobre la cara

querías huir con un estallido de

aquello que te retenía:

recuerdos asquerosos de un

asqueroso

pasado, y

por fin huiste

al morir,

dejándome con el

asqueroso

presente;

llevas muerta

28 años

y sin embargo te recuerdo

mejor que a cualquiera de

las demás;

fuiste la única

que entendía

la futilidad del

apaño de la

vida;

todas las demás estaban molestas

únicamente con

segmentos triviales,

se quejaban

sin ton ni son de

cosas absurdas;

Jane, lo que

te mató fue

saber demasiado.

brindo aquí

por tus huesos

con

los que este perro

aún

sueña.

ENCOMIO A UNA TÍA DE LA HOSTIA, Bukowski

5
YaZzMaN

No hay muertos
solo cuerpos sin motor;
el cementerio
es un desguace de cuerpos sin motor.

La memoria
es la verdadera muerte y la vida
al mismo tiempo.

Podemos seguir bailando, cantando
incluso discutir con las almas sin cuerpo
en nuestra memoria;
o enterrarlos para siempre
en el cementerio del olvido.

Cuando el motor de mi cuerpo se apague
estaré bailando en alguna memoria?
Alguien me echará de menos y cantará conmigo
en el escenario de su memoria
mi canción favorita?

La verdadera muerte
es estar vivo y que nadie te recuerde.

1
infuwski

Sueño para el invierno

En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules.
Seremos felices. Habrá un nido de besos
oculto en los rincones.
Cerrarás los ojos para no ver a través del cristal
hacer señas las sombras de la noche,
esos monstruos huidizos, multitudes oscuras
de demonios y lobos.
Y luego en tu mejilla sentirás un rasguño...
un beso muy pequeño como una araña suave
correrá por tu cuello...
Y me dirás: «¡búscala!», reclinando tu cara
-y tardaremos mucho en hallar esa araña,
por demás indiscreta.

Arthur Rimbaud

2
Sputnik1

Las grandes esperanzas están todas
puestas sobre vosotros
,
así dicen
los señores solemnes, y también:
Tomad.
Aquí la escuela y la despensa, sois mayores,
libres de disponer
sin imprudentes
romanticismos, por supuesto.
La verdad, que debierais estar agradecidos.
Pero ya veis, nos bastan las grandes esperanzas
y todas están puestas en vosotros
.

Cada mañana vengo,
cada mañana vengo para ver
lo que ayer no existía
cómo en el Nombre del Padre se ha dispuesto,
y cómo cada fecha libre fue entregada,
dada en aval, suscrita por
los padres nuestros
de cada día.

Cada mañana vengo para ver
que todo está servido (me saludan,
al entrar, levantando un momento los ojos)
Y cada mañana me pregunto,
cada mañana me pregunto cuántos somos
nosotros, y de quién venimos,
y qué precio pagamos por esa confianza.

O quizá
no venimos tampoco para eso.
La cuestión se reduce a estar vivo un instante,
aunque sea un instante no más,
a estar vivo
justo en ese minuto
cuando nos escapamos
al mejor de los mundos imposibles.
En donde nada importa,
nada absolutamente –ni siquiera
las grandes esperanzas que están puestas
todas sobre nosotros, todas,
y así pesan.

Jaime Gil de Biedma.

3
B

i carry your heart with me (i carry it in
my heart) i am never without it (anywhere
i go you go, my dear; and whatever is done
by only me is your doing, my darling)

i fear no fate (for you are my fate, my sweet) i want
no world (for beautiful you are my world, my true)
and it’s you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you

here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that’s keeping the stars apart

i carry your heart (i carry it in my heart)

E.E. Cummings

2
4 comentarios moderados
unha

cuánta inspiración así de repente no?

infuwski

Basta
por esta noche cierro
la puerta, me pongo
el saco, guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti,
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar.

En recuerdo de Juan Gelman (1930-2014)

2
1 comentario moderado
holeshow

Una noche clara, mientras los demás dormían, subí
por las escaleras hasta la terraza de la casa y bajo un cielo
cuajado de estrellas me quedé mirando al mar, su extensión,
las crestas de las olas peinadas por el viento, que llegaban a parecer
trocitos de encaje arrojados al viento. Allí me quedé toda la larga,
susurrante noche, esperando algo, una señal, una luz distante
que se acercara, e imaginé que te acercabas,
las oscuras ondas de tu cabello enredándose con el mar,
y la oscuridad se convirtió en deseo; y el deseo, en la luz que llegaba.
Tu cercanía, tu calor fugaz cuando estaba allí
en aquella solitaria altura observando los lentos movimientos del mar
al romper en la orilla, volviéndose breve cristal para desaparecer...
¿Por qué creía que aparecerías de la nada? ¿Por qué, con todo
lo que puede ofrecer el mundo, ibas a venir sólo porque yo estaba allí?

— "Mar negro", en Hombre y camello de Mark Strand.

Original
1
Deadgirl

Por favor, no te condenes,
Aunque el mundo no quiera perdonarte, yo te perdono.

Por favor, no te condenes,
Aunque tú no puedas perdonar al mundo, yo te perdono.

Así que por favor, dime
¿Qué será necesario para que puedas perdonarme?

No puedo calmar tu sed,
Porque aunque quieras saber la verdad, te niegas a creerla.

No puedo calmar tu sed,
Porque nunca existió tal verdad que tú estés anticipando.

Pero aún quiero calmar tu sed,
Por que fui yo la que te puso en este desierto en un comienzo.

Frederica Bernkastel.

Spit

Preguntas, Juan Gelman

Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte,
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.

3
Sopapo

Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima más que tu nombre.

Gloria Fuertes

3
9 días después
huerohuero
spoiler

Lo pongo en spoiler que es algo largo.
Besitos corazones.

2 2 respuestas
B

#353 Confirmado, Robe postea en MV!

1
holeshow

¡Han latido ya tantos corazones sobre la tierra!
Y los pequeños enseres replegados en sus armarios
Narran la siniestra y lamentable historia
De aquellos que en este mundo no encontraron amor.

La vajilla individual de los viejos solteros,
Los cubiertos mellados de la viuda de guerra
¡Dios santo! Y los pañuelos de las señoritas viejas
El contenido de los armarios, ¡qué cruel es la vida!

Las cosas ordenaditas y la vida vacía
Y comprar, por la tarde, los restos del colmado
La tele puesta para no mirarla, comer sin apetito

Y, por fin, la enfermedad, que lo hace todo más sórdido,
Y el cansado cuerpo que se deshace en la tierra,
Ese cuerpo sin amor que se apaga sin misterio.

— La búsqueda de la felicidad, Michel Houellebecq

Original, mucho mejor
3
0nLy

#353 Es robe total, de quien es? :O

1 respuesta
huerohuero

#356 Mío.

huerohuero

Más dolido que necesitado
es el camino al olvido,
yendo de la mano
aún juntitos;
ya no tengo motivo,
el sol está nublado,
¡qué días más raros!,
cambia el tiempo,
corazón se siente escaso.

¡Qué asco!,
llegó la noche sin previo aviso:
algo aquí dentro se ha derrumbado,
todos están de mi lado,
yo no los entiendo,
si no quiero más
que su culo aquí acostado.

Llega un recuerdo no tan lejano,
su mirada y su risa;
como un día de verano.

Me duele más que necesitado,
si pensado, equivocado,
aún no me creo nada,
no sé ni que ha pasado.

Qué más da, que más me das,
¿cuanto tiempo ha de pasar?,
cuanto daño me hace el pensar,
que estés triste o
que pienses que estoy mal,
¡qué estoy muy bien!
si pudiera yo engañar.

¡Qué días más raros!,
acostumbrado a levantarme
pensando en mirarte,
qué desastre,
quién lo hubiera imaginado.

Ahora corre y dí:
que te he vuelto a escribir,
que no me importa,
y aunque no lo dijera,
sabes bien que es para ti.

Mío, besitos corazones.

1
Spit

Somos el tiempo que nos queda, José Manuel Caballero Bonald

Ligeramente tumefacta
pero ofrecida con codicia,
llegó la boca hasta el lindero
de la precaria intimidad.
Iban reptando las parejas
que se apiñaban en lo oscuro:
no se miraban, se sumían
en un compendio de sudores,
se convertían en secuaces
de la penumbra suspensiva.
Como un furtivo postulado
brilló el mechero de los cómplices.

No te preocupes no me he ido,
¿cómo iba a irme sin saber?
Somos el tiempo que nos queda.

Y ya los cuerpos se anudaban
bajo la oscura marquesina,
sin decidir con qué argumentos
recobrarían su ansiedad.
Era una esquirla el clarinete,
un estertor de la armonía.

Toda la noche resonando
como una sábana en tus pechos,
toda la noche entre emboscadas
buscando llaves que no abrían.

Chorros de gritos tan vehementes
que entrechocan con los vasos
iban tiñendo de lujuria
los cortinajes y butacas.
Entre el estruendo de los rótulos
unas caderas rebullían
como impulsadas por la piel
incandescente del tambor.

Mira qué prendas, qué proclamas
de irremediable soledad.
Habla más alto, no se escucha
más que el furor de los licores.
Todo está lleno de luciérnagas
y de insufribles fumarolas,
todo parece confiscado
por los que nunca saben nada.

Pero la boca ya ofrecía
sus rezumantes terciopelos,
boca promiscua, saturada
de zumos ávidos y esguinces.
Está invadida de jadeos,
no se parece a las demás.
No se parece, no es mentira.

Pisando vidrios, esgrimiendo
restos de yerbas y de músicas,
llegaron nuevas avalanchas
de adormilados oficiantes.
Era la hora del suicidio
y algunos miembros de la secta
se desnudaron en la sala
con voluptuosa dejadez.

¿Cómo evitar el simulacro,
cómo vivir sin desvivirnos?
Surcan los días por tu vientre.
Somos el tiempo que nos queda.

3
Isilwen

El perro cojo - Manuel Benítez Carrasco

Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.

Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.

Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.

Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.

Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias... o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.

Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.

Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.

Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.

"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.
Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.

Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.

Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña.

Era joven y era viejo;
por más que yo lo cuidaba,
el tiempo malo pasado
lo dejó medio sin alma.
Y fueron muchas las hambres,
mucho peso en sus tres patas
y una mañana, en el huerto,
debajo de mi ventana,
lo encontré tendido, frío,
como una piedra mojada,
un duro musgo de pelo,
con el rocío brillaba.
Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.

Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.

"Para ti... un rabo de oro;
para ti... un ojo de ámbar;
tú... tus orejas de nieve;
tú... tus colmillos de escarcha.
Y tú, -mi perro reía-,
tú... tu muleta de plata".

Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas... luceros...? No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata.

Declamado por el hombre por el que lo conocí, Rafael Amor :)

https://www.youtube.com/watch?v=9z3M0PnTbBg

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