#45 Si te das cuenta, lo que dice allí no es más que un hombre de paja que no aplica aquí.
Por más fino que Marx fuera, El Capital está lleno de pasajes que son puros hombres de paja contra la burgesía capitalista de su época que sobran bastante. Hombres de paja que, ojo, no niego su veracidad, pero tampoco son argumentos.
No está diciendo otra cosa que si los salarios se regulasen por la oferta y la demanda, no tiene sentido quejarse de las subidas de salarios. Y si bien eso es un argumento con sentido contra un capitalista que en efecto, se queja cuando hay que subir los salarios mientras cuando los baja va diciendo lo de la oferta y la demanda, no aplica aquí porque aquí ninguno estamos en contra de subir los salarios cuando estos tienen que subir. Yo desde luego no lo estoy.
El segundo párrafo no es más que Marx exponiendo su tesis de la ley de trabajo-valor, en donde la oferta-demanda no son más que fluctuaciones transitorias. No hay razón para creer en ella, y como no la hay, Marx tampoco la expone. "En el instante mismo en que la oferta y la demanda se equilibran", asume, sin motivo alguno, que esto va a suceder o puede suceder. Y la tesis de que "el precio de una mercancía en el mercado coincide con su valor real" no es solo incomprobable por lo que ya he dicho, si no que es difícil de creer en el día de hoy, donde bienes en mercados relativamente estables tienen precios muy por encima del valor que requiere su manufactura y sus recursos. Es una sentencia que parecía razonable en una época donde el futuro parecía ser la dominación del sector secundario y un mundo totalmente industrial de producción de bienes. No en el mundo moderno.
No he dicho absolutamente nada original, y es que existen muchas críticas a Marx y muchas mucho más brillantes y agudas que esta. Y la economía marxista es, de hecho, el argumento más débil del marxismo.
Ignorar todas esas críticas diciendo que "la economía es ideología por lo que si critican a Marx es que están ideologizados" es una falacia, y es un comportamiento digno del más puro fanático religioso.