Pues ni si ni no. Hay pueblos en la península ibérica que no tienen nada de africanos, p.ej. Catalunya, nación cuyos hombres y mujeres tienen un talante muy distinto de los hombres y mujeres africanos.
Es bien cierto también que la nación catalana, por ser motor importante y principal en la economía del Estado español (al que está unida de manera provisional) ha sufrido en las últimas décadas, en especial durante la tiranía franquista, una inmigración muy importante de mano de obra española. Este hecho pudiera dar una visión engañosa de la naturaleza de la población catalana a los ojos de quienes la visitan de una manera superficial y no llegan a conocerla de manera profunda.
De ahí la necesidad de ofertar una integración total a estas personas castellanas en la vida y, sobre todo, en la manera de ser del pueblo catalán, para que con el tiempo dejen de lado sus maneras africanas y se impliquen de manera personal y colectiva en el estilo de vida europeo de Cataluña.
Integración que desde la Generalitat es ofertada de manera constante y, afortunadamente, aceptada por la gran mayoría de esta inmigración arribada a Catalunya desde tierras de Castilla, quienes al cabo de unos años de integración eliminan de su manera de ser los residuos africanos que trajeron al llegar a Catalunya. Pero siempre hay resistentes a esa integración y de una manera algo extraña para el pueblo catalán, creen que están en unas tierras producto de botines y conquistas militares. Dan la sensación de ser residentes de una ciudadela desde donde se vigila y controla a los ciudadanos conquistados.
Semejante actitud intolerante y prepotente deja perplejos a los ciudadanos catalanes y a los integrados en Cataluña. Ambos colectivos ven con asombro como estos individuos desestiman la mano tendida de un pueblo libre, cosmopolita, abierto, trabajador y democrático como es el pueblo catalán.
Pero en Cataluña se entiende, no obstante, la potestad de estos hombres y mujeres de no querer integrarse y arraigar en un pueblo próspero que camina imparable hacia una independencia total y que les brinda, desde su inminente independencia, a trabajar y caminar conjuntamente con los otros pueblos ibéricos, hacia el logro de una prosperidad y situación de privilegio
en el concierto de las naciones europeas.
Joan Catalá
Sacado de: http://iblnews.com/view.php?id=351105
Por desgracia no sólo son los catalanistas los que consideran al resto de España parte de África, en Francia y en muchos países europeos también nos ven así, incluso algunos de nosotros al ver la cantidad de borregos y paletos que hacen su agosto en este país de chorizos y analfabetos también lo pensamos.
Y tú, ¿eres de los que piensan que África empieza en los Pirineos?