El fundador de la Iniciativa 2045, el millonario ruso Dmitry Itskov, realizó un llamado a los 1.153 los miembros de la lista de billonarios de la revista Forbes a colaborar con su proyecto para alcanzar la inmortalidad almacenando nuestra mente en avatares holográficos para el año 2045.
“Muchos de ustedes que han acumulado grandes riquezas por su éxito en los negocios apoyan actualmente a la ciencia, las artes y las obras de caridad. Les hago un llamado a reconocer la importancia vital de financiar la investigación científica en el campo de la inmortalidad cibernética y los cuerpos artificiales. Estas investigaciones tienen el potencial de hacerlos libres –al igual que a la mayoría de la población de nuestro planeta– de las enfermedades, la vejez e incluso la muerte”, escribió en su carta Itskov.
Inspirado en la película Avatar de James Cameron, Itskov decidió que quería alcanzar la inmortalidad y reunió a un equipo de investigadores para desarrollar el prototipo de un robot humanoide que pueda ser controlado por el cerebro como primera etapa de su plan que espera terminar para el 2020, una meta no muy lejana pues ya se ha demostrado que monos pueden controlar un brazo robótico con el cerebro, mientras que el Pentágono ya está trabajando en un proyecto similar.
La segunda etapa, que será entre el 2020 y el 2025, consistirá en trasplantar –tras la muerte del cuerpo físico– un cerebro humano al robot desarrollado en la primera etapa. La tercera fase consistirá en crear un cerebro artificial capaz de albergar una conciencia para el 2035, y para finalizar el 2045, la idea es lograr tener un avatar holográfico que reemplace completamente al robot físico.
El proyecto, que incluso cuenta con la venia del Dalai Lama, puede ser fuente de muchas innovaciones tecnológicas pese a que en su primera instancia sea un beneficio destinado a multimillonarios: En su carta Itskov les dice que “actualmente invierten en negocios que les darán más millones, pero también tienen la habilidad de financiar la extensión de sus propias vidas a la inmortalidad. Nuestra civilización ya está muy cerca de crear esta tecnología, no es una fantasía de la ciencia ficción. Está en su poder hacer que podamos alcanzar esta meta en el transcurso de sus vidas”.