Según Freud, durante la infancia el contacto con nuestra madre puede inducirnos a sentirnos atraídos posteriormente, si tal experiencia deja marca en el individuo, por diversas partes del cuerpo femenino como una de la que hoy hablaré: el pie.
Remitiéndonos a fuentes como Wikipedia, nos topamos con otras posibles explicaciones acerca de este particular fetichismo como la idea de que debido a la similitud de la forma del pie con otras partes del cuerpo también poseedoras de curvas como las caderas, el culo o las tetas; el hecho de que sea una zona que permanece oculta la mayor parte del año y que además despida olores tal y como lo hacen otras zonas erógenas (coño, culo, boca...) pueden ser razones más que suficientes para explicar la atracción de algunos varones hacia la pezuña femenina.
Pero dejemos a un lado las explicaciones para centrarnos en el verdadero tema a tratar.
Como todos vosotros sabréis, con la llegada del verano y del buen tiempo es habitual observar por la calle cómo va aumentando el número de féminas que apartan sus invernales botas y sus primaverales manoletinas para dar paso al tan ansiado calzado abierto.
Dado que os habréis percatado, gracias a la temática del hilo y a una cierta subjetividad por mi parte, de que un humilde servidor es partícipe de este tipo de adoración, os plantearé una serie de cuestiones que no me cabe la menor duda sabréis contestar de la forma más satírica posible, propia de vuestras mentes mediavideras.
Mis relaciones sentimentales se han ido sucediendo con los años y diversas chicas han pasado por mi vida, todas ellas con un rasgo en común: unos bonitos pies. De hecho, a las dos semanas de noviazgo con una de ellas me percaté de lo mucho que distaban sus pies de mi ideal y la mandé a paseo. La tía por todo lo demás bien, de puta madre, no poseía ningún defecto destacable y mucha gente no entendió mi decisión. Es así. Es algo inherente a mi personalidad.
Ahora, como he comentado antes, el hecho de encontrarme con adorables criaturas de carita inocente, culito respingón y sobretodo poseedoras de sandalias, zapatos de tacón abiertos, romanas de esas que tan de moda han estado durante el pasado año y lo están durante el actual, etc. despierta en mí un deseo irrefrenable hacia ellas; provoca que mi libido se dispare cual simio en celo. Para mí una tía que muestre sus cuidados pies tiene un alto porcentaje de probabilidades de que me encamine hacia ella frente a una que no lo haga hablando siempre en igualdad de condiciones.
Por este foro han pasado otros hilos de particular temática como el de la asimetría de MOE
donde este popular usuario nos hacía espectadores de su privativa predilección por la asimetría en la mujer.
Ahora bien, ¿debemos plantearnos este tipo de propensión hacia ciertas partes del cuerpo, en concreto el pie, como una inofensiva parafilia, o por el contrario estamos ante claros síntomas de esquizofrenia?
A mi favor diré que cada vez son más las personas que descubren en sí mismos esta singular apetencia hacia el pie femenino dando de comer así a un gran número de páginas web dedicadas a esta temática como www.footfetishtube.com, www.footfetishextreme.com, www.feet-mania.com y otras muchas tantas.
En resumidas cuentas, y previo agradecimiento hacia todos aquellos que os hayáis leído este thread, sugiero que deis a conocer vuestras opiniones acerca del tema y me hagáis conocedor de vuestros equivalentes gustos en el caso de que ésto sea así.
Atentamente:
Nanipies