Pues por desgracia otro caso como el de Laura. Lo siento, pero a estos monstruos hay que encarcelarlos de por vida. No se adpatan, no se reinsertan. Son psicópatas.
Ah, y tanto el crimen de Laura como el cometido ahora, no son casos de viogen. Son psicópatas. Ya basta, hay que llamar las cosas por su nombre.
Un hombre condenado por asesinar en 2007 a una mujer en plena calle en el barrio de Fuencarral intentó matar a puñaladas a otra mujer el pasado 13 de diciembre en la misma zona durante un permiso penitenciario. La Policía detuvo al presunto agresor, David. A. V., de 34 años, el pasado lunes, cuando estaba hospitalizado en el 12 de Octubre. La víctima sigue ingresada en el Hospital de La Paz. Recibió seis cuchilladas en órganos vitales y fue atendida por los médicos del Summa.
Sobre el detenido pesaba una condena de 20 años de prisión por matar de 34 puñaladas a una vecina con la que había tenido una «relación superficial», según quedó acreditado en el juicio. La semana pasada este hombre salió de prisión para disfrutar de un permiso. Había cumplido ya 11 de los 20 años de la pena. El 13 de diciembre el supuesto asesino quedó con una joven de 26 años en la calle de Ramón Gómez de la Serna del mismo distrito de Fuencarral. Por causas que investiga la Policía la asestó al menos seis puñaladas con un cuchillo que portaba en el bolsillo trasero del pantalón, ocasionándole numerosos cortes en zonas vitales. Tras el ataque, el hombre huyó a pie por la calle blandiendo un cuchillo entre sus manos. De inmediato, la víctima se dirigió al rellano de un portal solicitando la ayuda de los vecinos. La atendieron hasta la llegada de los agentes de la Policía Nacional y de los sanitarios del Summa. La joven fue evacuada al Hospital Universitario de La Paz, donde fue ingresada con pronóstico grave. En el día de ayer todavía seguía en el centro médico aunque su evolución era muy favorable.Gracias al testimonio dado días después por la mujer los agentes del equipo de Policía Judicial de la comisaría de Fuencarral pudieron averiguar la identidad del agresor.
Tras varias gestiones y averiguaciones, fue localizado el pasado lunes 17 de diciembre. Estaba ingresado en el 12 de Octubre, donde llegó a Urgencias tras sufrir una supuesta intoxicación por consumo de sustancias estupefacientes. Fue arrestado acusado de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y se investiga si trató de abusar de la mujer.La sorpresa fue aún mayor para los policías al averiguar que el detenido estaba disfrutando en ese momento de un permiso de salida (supuestamente tenía el segundo grado penitenciario) mientras cumplía los 20 años de condena por asesinato dictada por la Audiencia Provincial en 2009.El crimen cometido por David en 2007 desató una gran conmoción en el barrio de Fuencarral, en el norte de la capital. La joven asesinada, de 27 años, era una vecina que tenía un negocio cercano a su casa. Había mantenido una relación afectiva con ella durante dos o tres meses. Ella le había dejado, pero seguían viéndose cuando ambos salían a pasear con sus respectivas mascotas. El 29 de agosto de aquel año, David salió de casa con su pibtull blanco y un navaja automática de 12 centímetros de longitud. Seguía obsesionado por la mujer, esperó a que sacase a pasear a sus dos perros y la siguió.
Ya en un descampado de la calle de la Isla Graciosa atacó a la mujer sin que tuviese posibilidad de defenderse, según recoge la sentencia de 2009 de la sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid.David salió huyendo hacia su casa, situada a unos 400 metros del lugar del crimen. Se cambió de ropa y se fugó. Más tarde los agentes acudieron a su piso y se llevaron a su hermano y a su padrastro para interrogarles. Sin embargo, los familiares de la fallecida pensaron que uno de ellos era el presunto asesino y trataron de lincharles. Hubo empujones, gritos, insultos... La calle de Islas Bermudas se convirtió en una batalla campal entre policías y parientes de la joven asesinada, que querían tomarse la justicia por su mano. Incluso se hizo necesaria la presencia de los antidisturbios de la UIP para poner orden. A las 18.30 horas de esa tarde fue detenido por los agentes de Homicidios cuando le golpeaban en la calle varios vecinos al identificarle en el barrio. La sentencia concluyó que sufrió un trastorno psíquico crónico aunque no quedó acreditado que tenía una enfermedad mental o psicológica. El día del crimen el análisis de su orina dio positivo en cannabis y benzodiacepinas.
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