Hay días en los que me pregunto quien fue el lumbreras que agregó al plan Bolonia la obligación de asistir a clase. En la mayoría de las asignaturas existe un porcentaje de nota destinado a esto, el cual por una ridícula cantidad de faltas automáticamente te deja sin esos puntos. Unos profesores pasan una hoja en la que hay que poner nombre y DNI (personalmente, no creo que se pongan a comprobarlo en sus casas, pero quien sabe), otros los últimos 10 minutos de clase prefieren pasar un folio en el que tienes que poner tu nombre y responder a una pregunta random referente al contenido de la clase dada en esas horas (ojo, que si por alguna casualidad del destino fallas, bien sea porque es complejo y cuesta asimilarlo o porque no te has tomado un café esa mañana, NO te cuenta la asistencia)...
En mi opinión, se trata de un absoluta gilipollez que más que premiar a la asistencia, castiga a los que no cumplan con ello más del 85% de las veces. Hay días en los que uno no tiene fuerzas para ir o simplemente se encuentra con un catarro de la leche, y sin embargo tenemos que ir a la fuerza para no perder unos preciados puntos que quizás jueguen un papel importante a la hora de la calificación final, aunque debido a nuestro estado físico/mental quizás no nos enteremos de una mierda.
Mi opinión surge a partir de un motivo muy sencillo: Quien no asiste a clase, se pierde la explicación y posiblemente los apuntes del día, por lo que eso ya se trata de un marrón lo suficientemente gordo si vas a la universidad para sacarte una carrera (esto no es aplicable a los vagos ni-nis que pierden el tiempo allí, por supuesto). También suceden casos (aunque escasos, francamente) en los que te sabes al dedillo el tema que se va a tratar en la siguiente clase, ya que lo estudiaste antes en el bachiller/ciclo, o tuviste curiosidad por el tema y te lo aprendiste por tu cuenta anteriormente. Estas son situaciones en las que uno se plantea ir a la clase en cuestión, o quedarse estudiando en la biblioteca para exámenes próximos, o en su defecto dormir unas pocas horas extra para estar más fresco por la tarde.
Solamente un profesor de mi carrera pasa totalmente de la asistencia a clase de los alumnos: el de Física. Este hombre llega a clase, se la suda cuantos estemos en ella, da la charla y explicaciones del día y se va por donde ha venido. Posteriormente sus parciales son de un nivel asequible. Yo, como cogí como optativa la asignatura de Física en 2º de Bachiller, me puedo permitir la licencia de saltarme alguna que otra clase para hacer algo más productivo y apruebo perfectamente, ya que no me cuesta apenas esfuerzo estudiarme los contenidos por mi cuenta.
Universitarios: ¿Qué opináis al respecto? ¿Tenéis alguna asignatura en la que tengais que asistir por narices aunque penséis alguna que otra vez que podríais aprovechar esas horas mucho mejor dedicándolas a otro quehacer/asignatura?