Isabella Bailey ingresó en el hospital con una simple hernia de hiato. Preocupada por la deficiente atención que el personal sanitario prestaba a su madre en el ala 11 del Hospital de Stafford, su hija terminó optando por estar junto a ella las 24 horas del día. "Incluso cuando quería ir al baño, me suplicaba que no la dejara sola", recuerda su hija que hasta el ingreso en aquel hospital no había visto llorar a su madre jamás.
Bailey llegó a plasmar en un libro, From Ward to Whitehall, toda su experiencia, configurando lo que bien podría ser el guión de una película de terror, narrando desde cómo "la mujer en aislamiento no fue el único paciente al que vi bebiendo de los jarrones de flores que se apilaban en el pasillo principal" a enfermos sin ser lavados en días, "a pesar de estar cubiertos de heces" oliendo durante todo un fin de semana.
Enfermeras gritando "¡Vuelve a tu cama!" cada vez que veían cómo se levantaba un enfermo de su lecho, una plantilla bajo mínimos incapaz de alimentar a todos los pacientes, ni tan siquiera, de hablar a los familiares hasta el punto de que Bailey asegura que "podías estar plantada durante minutos en el control de enfermería y ni levantaban la mirada para atenderte".
"Los pacientes no han tenido ninguna voz durante mucho tiempo y eso va a cambiar a partir de ahora", sentencia, al tiempo que exige la dimisión de David Nicholson, el que fuera el cabeza del NHS en Stafford entre 2005 y 2006 y ahora disfruta de un sueldo de más de 300.000 euros anuales como responsable a nivel nacional. Hazeldine, como tantos otros británicos, reclaman su cabeza, dado "que tuvo cinco años para hablarme, para apoyarme y eligió no hacerlo".
http://www.publico.es/450718/no-me-dejes-morir-aqui
Dejemos en manos privadas la salud de nuestros seres queridos. Todos sabemos que los psicópatas escasean en el entorno privado, pues todo son buenas prácticas y la mejor atención al cliente posible.
El lucro por encima de la vida humana, como debe ser.
Creo que no hace falta que diga que es sarcasmo...