Los Beckham contrataron a un tipo que les abriera los regalos de Navidad. Su sueldo: 1.800 euros.
Peter Fonda usa lentes a prueba de balas.
Woody Allen se toma la temperatura cada dos horas.
Jennifer López se lleva sus propias sábanas cuando se aloja en un hotel, porque no puede dormir en telas hechas con menos de 250 hilos. Además, todo deber ser blanco (paredes, mesas, sillas, sábanas, flores, velas...).
Brad Pitt pagó 20.000 dólares por unas plantas exóticas que jamás fue a retirar del vivero.
Luis Miguel exige alojarse en la suite presidencial o de lujo de los hoteles a los que va, con toallas completamente blancas, velas con olor a vainilla, camilla de masajes, una bicicleta para hacer ejercicio y un chef exclusivo que le cocine comida turca y ensaladas exóticas.
Los Rolling Stones piden decenas de coches, varios camerinos detrás del escenario -con refrigeración y baño-, 600 toallas, cientos de litros de alcohol y una sala de primeros auxilios.
Madonna le pidió al Papa que bautizara personalmente a su hija Lourdes.
Gloria Stefan solicitó en una ocasión ropa de Armani y tuvieron que venir cinco personas de la tienda para traerle lo que había pedido.
Ben Affleck le regaló a su ex novia, Jennifer López, un Rolls-Royce Phantom, que cuesta la friolera de 350 mil dólares, un Ferrari de 230 mil dólares, un anillo de diamante rosado de 1,2 millones de dólares y un inodoro con incrustaciones de rubíes, zafiros, perlas y diamantes.
Bill Gates se compró su propio avión por 21 millones de dólares, además gastó 30,8 millones de dólares en uno de los manuscritos del artista italiano Leonardo Da Vinci.
Mike Tyson gastó, entre 1995 y 1997, 338.858 dólares para mantener el jardín de su casa en Ohio y 309.133 dólares para el patio de su casa en Las Vegas.
Michael Jackson pidió un autobús, un jet y un helicóptero siempre a su disposición para poder elegir cuál quería usar. A pesar de que la gira le dejó 40 millones de dólares, al terminar el tour los números estaban en rojo. Jackson logró gastar más de lo que ganó en sus caprichos.
El rapero P. Diddy, fanático de los shows de stripties, una vez no tuvo ningún inconveniente en pedir que le cerraran un club en Atlanta para ver el espectáculo él solo. Esa vez pagó a las bailarinas cerca de 10 mil dólares.
Fuentes:
http://cierzo.blogia.com/2005/010501-caprichos-de-ricos.php
http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=429119
http://blogs.periodistadigital.com/gente.php/2006/03/15/manias_de_ricos_y_famosos
Y tú, si te sobrara el dinero como a esta gente, ¿en qué lo gastarías?