Perdón por reflotar, pero es que estoy hasta los cojones.
Yo flipo con estas niñatas. Después de lo que me dijeron estaba más por el piso, pasaba tiempo con ellas, concidíamos en el salón, la cocina, y mi tiempo medio de estar con ellas era de 1 hora diaria, muchos días incluso más.
Pues la semana pasada no pude limpiar, porque tenía mucha prisa. Así que hoy una me dijo si quería fregar SUS platos, dado que yo no cocino mucho, porque la semana pasada se me pasó. Accedo.
Ceno con ellas y me meto en mi cuarto, y de repente me llaman.
Me echan una charla como si fueran mis padres, bueno, peores que mis padres. Que ya están hartas de estar así. Que sienten que salgo con ellas y estoy un rato con ellas como un proceso mecanizado, como si ya lo tuviera planeado y lo hiciera para quedar bien, porque ellas me lo pidieron.
Dicen que para ellas un compañero de piso es otra cosa muy distinta.
Encima la gota que colma el vaso. Los padres de una vinieron este fin de semana. Y todas enfadadas cara mí, que era la primera vez que venían sus padres, y que les dio pena que lo vieron todo sucio (ni de coña, estaba sucio, a penas había un poco de polvo, solamente).
Y todo esto gritándome, y diciendo que ellas no podían vivir así y blablabla.
Y encima la más gilipollas me suelta: A mí es difícil tomarme el pelo, dado que yo antes tenía un gran grupo de amigas y ahora me cambié de grupo porque vi como eran ellas. Y esta experiencia me ha hecho ser así.
Yo, por dentro, estaba riéndome, obviamente. Les cuento solamente una mínima parte de mi vida y se callan la puta boca, pero paso de compartir mi vida con gilipollas.
Después de tenerme media hora gritándome y diciendo gilipolleces me voy a mi cuarto. Y las oigo hablar con la madre de una de ellas sobre mí! No sabía si reír o llorar.
Niñatas no, lo siguiente.