A medida que me he ido haciendo mayor, he descubierto que existen otros placeres fisiológicos palpables, que van mas allá de la mera interpretación metafórica que representan.
Es un clasico decir: 'el placer de comer', pero en contadas ocasiones y con muy pocas comidas, he tenido el privilegio de sentir verdadero placer. Placer físico, del que se siente en el cuerpo como tal.
Un placer no 'orgásmico tradicional', pero si parecido y distinto a la vez. La máxima representación de este, es que me llegan a llorar los ojos. Literalmente. Una comida tan deliciosa, que me apetece tanto así como que me sienta tan y tan bien, que me genera lagrimas literales en los ojos. De manera totalmente automática y involuntaria.
¿Os ha pasado alguna vez? ¿Y con que alimentos o platos?
En mi caso solamente soy consciente de uno de ellos:
- Brochetas tailandesas Kai Satee. Simplemente, al primer mordisco empiezo a lagrimear como un florecilla. Y no puedo evitarlo!
Madre mía...
Es sitémico. Al primer mordisco a la primera brocheta, ¡empiezo a llorar como un niño!