Se le nota en la más absoluta mugre a Pedro. Incapaz de articular dos o tres palabras sin saber la verborrea que dice. Se traba, la lengua se le inflama pastosa en la boca e incluso parece emitir un breve jadeo entre frase y frase. Menos mal que es el atleta y deportista.
Joder, no es por ponerme cuñado, pero no sé de qué pasta están hechos estos políticos. Parecer derretirse y solo llevan diez días de crisis. No me quiero imaginarlos al lado de la capacidad de aguante de personajes históricos como Churchill, De Gaule o Azaña, por poner solo unos ejemplos.