#1 Por cierto ayer en ABC publicaron una historia bastante curiosa, sobre la bomba nuclear España y Franco:
El misterio de la bomba atómica que quiso fabricar Franco
- El proyecto armamentístico español quedó finalmente estancado a pesar de que nuestro país disponía de todo lo necesario para crear cabezas nucleares similares a las de EE.UU.
De ciencia ficción, quizás esta sea la mejor forma de definir la obsesión de Francisco Franco por lograr que España fuera uno de los países en disponer de la bomba atómica. De hecho, tal fue el riesgo de que nuestro país llegara a tener potencia nuclear tras la Segunda Guerra Mundial, que incluso varios documentos de la C.I.A alertaron de esa posibilidad
Concretamente, el interés del de Ferrol por la energía atómica comenzó después de que Estados Unidos lanzara en 1945 dos grandes explosivos nucleares sobre Hirosima y Nagasaki. Al parecer, los casi 100.000 muertos que provocaron las bombas no pasaron desapercibidos para Franco, ávido de situar a España entre las primeras potencias mundiales.
Motivos y objetivos
«Se barajan varios motivos por los que Franco pretendía conseguir fabricar la bomba atómica», afirma en declaraciones a ABC José Lesta, autor de «Claves ocultas del poder mundial», editado por «Edaf». «El primero, por supuesto, era entrar en el selecto club nuclear -lo que haría que España probablemente tuviera derecho a veto en la ONU-», completa el escritor.
Sin embargo, este no era ni mucho menos el único objetivo. «A su vez, esta tecnología daría un espaldarazo muy importante a la situación geoestratégica de la dictadura franquista en Europa, pues sería el único país con armas nucleares -tras Francia- en el continente», añade Lesta.
«Finalmente, sin duda, para Franco sería importante disponer de una bomba atómica de cara a ejercer una gran presión real sobre su eterno enemigo: Marruecos -y, por extensión, sobre todo el Magreb-, teniendo muy en cuenta al Sahara que, no por casualidad, era donde debía probarse la primera detonación experimental», finaliza el experto.
Independientemente del objetivo, lo cierto es que las altas cúpulas del gobierno español pronto comenzaron las investigaciones para dar forma a su sueño atómico, un deseo que, de haberse alcanzado, podría haberse convertido en una pesadilla para cientos de miles de personas.
Hacia la muerte atómica
Así, y por orden de Franco, en 1951 se creó la Junta de Energía Nuclear y se dio comienzo a un proyecto secreto para, en pocos años, conseguir disponer en el arsenal español de la bomba atómica. «Fue el general Juan Vigón quien se encargó de promover los primeros centros científicos y de centralizar a los teóricos y la ingeniería española que, en la década de los cincuenta, se diseminaban por toda la península», determina Lesta.
Sin embargo, quien realmente se convertiría en la cabeza del proyecto sería alguien más conocido. «La persona que fundamentalmente se obsesionó con el asunto fue sin duda el almirante Carrero Blanco, y una vez muerto Vigón en el 55, Carrero tuvo carta blanca hasta el día de su muerte para conseguir el ingenio nuclear», añade el experto.
A pesar de todo, lo que permitió a España dar un salto en sus investigaciones fue Estados Unidos, país que cedió nada menos que 350.000 dólares para favorecer la evolución de energía nuclear a nivel civil en la península. Lo que los americanos no suponían era que Franco, por el contrario, usaría ese capital para iniciar el proyecto de la bomba nuclear.
«En julio de 1955 España firma con los Estados Unidos un acuerdo de cooperación nuclear al amparo del programa de Átomos para la paz. Estas ayudas permiten que el 27 de diciembre de 1958 el general Franco, acompañado de Carrero Blanco, inaugure el Centro Nacional de Energía Nuclear Juan Vigón en las instalaciones construidas en la Ciudad Universitaria de Madrid», determina el escritor José Luis Hernández Garvi en su libro «Episodios ocultos del franquismo».
Tras la inyección de capital, Carrero Blanco ya sólo necesitaba de material científico para que comenzara el proyecto, pues los primeros informes indicaban que España poseía el resto de medios para la fabricación de la bomba. «Nuestro país tenía un informe elaborado, ya en la década de los cincuenta, sobre la viabilidad. En dicho informe el único aspecto negativo era el combustible necesario para la bomba», añade Lesta.
Dos preguntas a José Lesta
M. P. V.MADRID
-¿Se abandonó finalmente el proyecto en la época de Franco?
El proyecto no fue abandonado hasta finales de los ochenta. Al parecer, en 1987 la cúpula de exteriores de Felipe González mantuvo una serie de reuniones con el establishment americano para firmar definitivamente el TNP -Tratado de No Proliferación nuclear-, lo que zanjó el asunto para siempre.
Hay que pensar que las presiones desde 1977 en la época de Suarez eran ya brutales, pues la posibilidad de fabricación propia en un plazo relativamente corto -no más de cinco años- era elevadísima. Curiosamente España accedió a que se revisaran continuamente sus instalaciones «sospechosas» el 23 de febrero de 1981, el mismo día del intento de golpe de estado.
-¿Llegó a tener España la posibilidad real de fabricar armamento nuclear?
Sí. Se puede decir que en 1967 España se encontraba en una cuenta atrás para la elaboración, no sólo de una bomba atómica, sino la fabricación en serie de armamento nuclear.
El artículo completo en : http://www.abc.es/archivo/20130308/abci-bomba-atomica-franco-201303071834.html
Realmente España estuvo muy cerca de crear armamento nuclear.