La Policía detiene a un sospechoso que podría ser un compañero de piso del español
Un violento asesinato acabó este martes con la vida de Sergio Retamar Márquez, un joven de Coín de 23 años que hacía pocos meses que se había marchado hasta el Reino Unido a trabajar y a aprender inglés. El suceso, que ayer fue definido por la policía británica como un "grave ataque" y como "truculento" y "brutal" por medios ingleses, tuvo lugar en Bournemouth, una ciudad turística del condado de Dorset, al sur de Londres, donde residía la víctima en un piso de alquiler.
La policía detuvo ayer mismo a un sospechoso por este crimen, cuyo autor podría ser un compañero de piso, según confirmaron a SUR familiares de la víctima. Varios tabloides informaron sobre las violentas circunstancias de este hecho, citando a testigos que decían haber visto mucho sangre y afirmando que el joven había sido "decapitado" con un machete.
Al parecer, el cuerpo fue encontrado en la vivienda donde residía por una mujer y en seguida se dio aviso a la policía. Poco antes de las cinco de la tarde los agentes se personaron en el apartamento, situado en la zona de Lansdowne, e iniciaron la investigación tomando declaración a varias personas. Las pistas aportadas por algunos testigos acerca de la huida de un hombre manchado de sangre en dirección hacia la estación de tren posibilitaron el arresto de un sospechoso una media hora más tarde. Un comunicado policial reveló que el detenido tenía 29 años y era natural de Bournemouth.
Tras dicho arresto, las fuerzas de seguridad indicaron que no se buscaba a más sospechosos. "Lo único que nos han dicho es que parece que lo ha matado un compañero de piso", apuntó un tío de la víctima que añadió que toda la familia estaba "destrozada", en especial su madre, ya que era hijo único.
Un joven muy querido
Una llamada telefónica en la madrugada del martes al miércoles informó a la familia de la muerte del joven y de la necesidad de que se desplazaran hasta allí parientes directos. Otro tío viajó ayer hasta Inglaterra para recibir más información sobre el caso y ocuparse de los trámites de repatriación. A lo largo del día, la noticia de la muerte de Sergio fue trascendiendo entre su círculo más cercano en Coín, donde se desató la incredulidad y la rabia. "Esto no puede quedar así", expresaba una tía del joven a las puertas de la casa de su madre, donde se dieron cita numerosos amigos.
No hacía ni un año que Sergio Retamar se había trasladado hasta Bournemouth para trabajar de camarero y aprender inglés. Hace unos meses, regresó hasta Coín para recuperarse de un accidente de tráfico. Tras realizar un curso de cocina, volvió de nuevo la localidad inglesa, donde encontró otro trabajo en un hotel. "Tenía muchas amistades, era muy sociable, siempre estaba dando abrazos...", apuntaba ayer una amiga que no podía creerse este trágico final.