Buenos días a todo el mundo. Espero que no se vea fuera de lugar esta vomitona dominical, más que nada porque llevo unos cuantos años pasando por un bache que se va solidificando y amplificando.
A poco de cumplir 31, sigo en un callejón sin salida respecto a todo. Esta vez me gustaría centrarme en lo sentimental, que siempre dejo caer como si nada en el cómputo global pero es evidente que es uno de los que más pesan.
Generalmente, a lo largo de mis 20, no di tanta importancia a ser bajito (1'70). Suena a motivo de mofa, pero la "violencia psicológica" a la que nos vemos sometidos los tíos enanos permea todos los estratos. Te retirarán match de Tinder por contar tu estatura, encenderás la tele y en First Dates verás que "lo que más me gusta es la altura", saldrás a pasear y verás tíos altos manejando el cotarro. Es naturaleza, y no entra dentro del fantasma del patriarcado como para que el feminismo quiera reenderezar esa tendencia primitiva a sentirse protegida y no válida por sus propios medios.
Sí es cierto que antes de la pandemia no me costaba ligar por apps. No era un despiporre, pero sí tuve varios fines de semana consecutivos de acción. Los que te llevas para el recuerdo. Alguna ilusión de más, algún corazón roto, la historia de siempre. En la media, de toda la vida. El que ha podido oler el triunfo pero se ve siempre abocado al fracaso. A día de hoy, no sólo veo que mis matches son cero, también he visto que moviéndome por varios ambientes, distintos grupos de gente, performando de distintas maneras y a veces disfrutando de simplemente una conversación, la vida nunca da vueltas y si no buscas no encuentras. Las épocas que no he estado de cacería activa han reportado exactamente 0. Ese consejo ya no me vale. Lo de que se huelan las inseguridades, pues puede ser. La verdad es que creo que he entrado en una espiral autodestructiva en la que mis propios pensamientos retroalimentan la verdad objetiva, que es que ya nadie me desea. Soy articulado, gracioso, todo el mundo suele contar conmigo para todo plan, tengo un humor bastante particular y pegadizo. Podría ser un partido decente, pero hay opciones mucho más suculentas ahí fuera, estuvo bien ver el producto pero no llevárselo.
En fin. Disculpad toda esta llorera, pero creedme que ha acabado siendo algo bastante traumático y con una sensación de que nunca va a acabar, o que va a ir a peor. ¿El objetivo del post? Por un lado, el desahogo y posibles consejos válidos. Por otro, tal vez alguien se vea reflejado, como en mi anterior post, y pueda sentirse reconfortado o incluso agradecer lo que tiene comparativamente. No negaré que llevo un par de años con la idea de fichar salida rondándome en la cabeza, es acumulativo y esto es un vector más. Hay terapia por medio, pero los resultados son los que son. No me veo cambiando mi humor, cayendo en un solipsismo de "yo estoy bien" cuando todo parece estar desmoronándose.
Sin más, un fuerte abrazo a quien se haya tomado la molestia ni que sea de leerme.