- La ministra Segolene Royal anuncia que tantos los modelos diésel examinados de Renault como otras dos marcas extranjeras exceden las emisiones permitidas.
- Tanto el gobierno francés como la compañía niegan que los excesos procedan de un trucaje del software del motor, como pasó con Volkswagen.
- Agentes de la oficina antifraude de Francia registraron varias sedes por supuesto fraude en la homologación y en la puesta a punto de los controles del motor.
- Las acciones de la compañía caen un 10% y arrastran al resto del sector
Renault revive este jueves la pesadilla que en septiembre sufrió Volkswagen. Esta jornada se ha conocido que agentes franceses de la Dirección General de la Competencia, del Consumo y de la Represión del Fraude investigaron el pasado 7 de enero varias sedes de la compañía automovilística Renault por un presunto fraude en sus emisiones de contaminantes, según informaba la agencia Bloomberg citando fuentes sindicales que atestiguaron los registros.
El fraude, aparentemente, estaba relacionado con las pruebas de "homologación" y con la "puesta a punto de los controles del motor" según Florent Grimaldi, un portavoz del sindicato CGT en la sede que la empresa francesa tiene en la localidad gala de Lardy. Los registros tuvieron lugar en el centro de ingeniería de Lardy, el de tecnología de Guyancourt, la planta de Plessis-Robinson y su sede de Boulogne-Billancourt, todos en los alrededores de París.
Según ese sindicato, los agentes se incautaron de varios ordenadores porque las pesquisas podrían estar relacionadas con "las consecuencias del caso de los motores trucados de Volkswagen". El posible engaño iría, de este modo, en línea con el que llevó a finales de 2015 al consorcio alemán a su mayor crisis de su historia por manipular sus motores diésel para engañar a la inspección medioambiental y rebajar ficticiamente sus emisiones durante los exámenes oficiales.
Royal: "Superan el límite de emisiones"
El grupo Renault ha defendido sin embargo este jueves que no hay pruebas de "la presencia de un programa de trucaje" en sus vehículos, tras los exámenes llevados a cabo por la Dirección General de la Energía y el Clima, dependiente del Ministerio de Ecología y Energía. Y así lo ha confirmado esta tarde la ministra del ramo, Ségolène Royal. No existe trucaje, pero sí un exceso de emisiones.
La ministra Royal ha asegurado este jueves que que tantos los modelos diésel de Renault como los de otras dos marcas extranjeras están excediendo las emisiones permitidas de dióxido de carbono (CO2) y de óxido nitroso (NOx). Los exámenes del Ejecutivo francés comenzaron en octubre, después de que la ministra Ségolène Royal anunciase pruebas aleatorias al parque diésel francés tras la crisis de Volkswagen. Del centenar de coches que se analizan desde entonces, 25 corresponden a la marca Renault, aunque de momento solo se han analizado 22 (cuatro de ellos, de la firma gala).
El grupo automovilístico francés, aparte de negar que se haya descubierto manipulación alguna en estos modelos, matiza hoy en su comunicado que los registros se hicieron para "complementar" la investigación y "validar los primeros elementos de análisis" de la comisión técnica independiente. Royal también ha confirmado que los registros no estaban relacionados con los exámenes.
Emmanuel Macron, ministro de Economía, ha indicado por su parte que "en ningún caso lo de Renault no es comparable al de Volkswagen" y asegura que "mantiene la confianza" en el grupo automolístico del que el Estado francés es su principal propietario, con el 19,7% de las acciones.
Con la crisis de Volkswagen en el recuerdo, los inversores han corrido a deshacer posiciones en el sector tras conocer las sospechas sobre Renault. Las acciones de la compañía se hundían al inicio de la sesión de la Bolsa de París más de un 23% –la mayor caída intradía de Renault desde 2008– aunque al cierre se amortiguaron las pérdidas hasta un 10,28%. La desconfianza se contagió al resto de compañías: Peugeot cayó un 3,4%, Daimler un 3,4% y Volkswagenun 2,24%. También Fiat sufrió el pánico, aunque su derrumbe en Milán (6,9%) se explica por la denuncia tras un presunto amaño de sus cifras de ventas en EE UU.
Fuente: http://m.20minutos.es/noticia/2648411/0/francia-investiga/renault-emision/contaminantes/
Y ya van dos, confirmándose que respiramos mierda. Esta es la industria del automóvil clásico ahora mismo señores, y por esto mismo quien se lo pudiera permitir debería comprarse un Tesla. El estado, si tuviera dinero y no estuviera comprado por los de siempre, debería ofrecer súper descuentos a coches 100% eléctricos y meter tasas altas al comprar otro tipo de coches, como hacen en Noruega. El gasto se cubriría con una mejor salud de la población y menos enfermedades derivadas de esta polución con las que tenemos que lidiar hoy por culpa de la contaminación de los automóviles de motor de combustión en las ciudades.