El "pelota" de la clase suele ser un niño o niña muy odiado en su entorno, con una vida social adecuada totalmente nula. La única vida social que tiene es con los profesores y/o personal del colegio, que normalmente se quedan con el en la hora del recreo para evitar que lo maten a patadas y mordiscos sus compañeros de clase.
Se le diferencia por las siguientes características:
1º - Es chivato por pura diversión. Tiene una necesidad enfermiza de informar a los profesores de cosas que en ocasiones son innecesarias o estúpidas.
2º - Es empollón, pero solo de la asignatura de los profesores a los que hace la pelota.
3º - Apoya las decisiones u opiniones de los profesores, aunque no siempre sean las adecuadas o correctas.
En ese 3º punto hay que tener mucho cuidado, porque se corre el peligro (muy probable) de que el pelota de la clase sea el delegado de curso, casi siempre por el apoyo incondicional de la babeante profesora. El peligro reside en la falta absoluta de democracia en la clase, ya que, se decida lo que se decida, al final el delegado-pelota manipulará la opinión o decisión de la clase en dichas decisiones, y provocará situaciones desagradables e incómodas, y por supuesto, totalmente innecesarias.