Querido amigo que no entiendes el movimiento independentista, sabes que te aprecio y te quiero, por eso permite que haga algunas reflexiones para que nos entendamos mejor y no reduzcas el independentismo catalán a un problema de identidades.
Queremos gobernarnos nosotros, punto. Ni quiero que nadie hable catalán por cojones, ni que deje de hablar en castellano, eso sí, quiero que me respeten a mi como yo respeto a los demás. No quiero romper mi DNI español si no me obligan, pero si me obligan a elegir, quiero mi DNI catalán. No quiero que dejen de venir los maños a bañarse al Delta del Ebro, pero que cuando vengan no me toquen los cojones por oírme hablar con mi hija en catalán, del mismo modo que no me los tocan cuando me oyen hablar en francés o en inglés con algún guiri que se ha perdido a pesar de Google maps.
Mi madre es sevillana y mi padre leonés, y te puedo asegurar que la mayoría de los independentistas nos parecemos más a David Fernández, de la CUP, que a Artur Mas.
El caso es que pocos son los que a pesar de querer la independencia, nos sentimos nacionalistas o catalanistas, porque en realidad nos sentimos de allí de donde somos bien recibidos. Una bandera no es más que un trapo de colores, y te aseguro que cuando esto acabe, quito la mía del balcón.
No nos creemos mejores que nadie por el azar de haber nacido catalanes, y nos encanta viajar, la mayoría tenemos familia y amigos repartidos no solo por media España, si no por medio mundo, y somos independentistas porqué estamos hartos. Sí, hartos.
Hartos de un país incapaz de romper los lazos con el franquismo y el fascismo y de que no se haya ido más allá de una mera operación cosmética que nos haga aptos para formar parte de los organismos internacionales.
Harto de vivir en un país donde no existe la separación de poderes, donde jueces y banqueros se sientan a comer con políticos para hacerse juegos y reglas a medida a tu costa y la mía.
Harto de esa falacia de que en la escuela catalana no se oye hablar castellano, cuando es al revés, que pese a la ley de política lingüística, en el patio, en la puerta y en la calle, a penas se habla catalán. Y no es que no se lea literatura castellana, es que no se lee nada coño, ni en catalán ni en euskera… los chavales no leen… y eso de que se discrimina el castellano es simplemente mentira y nadie que viva cercana la realidad de cualquier escuela catalana puede mantener esa falacia ni cinco minutos.
Harto de que cruzar Catalunya para ir de mi casa a mi curro me cueste casi 20€ en peajes, mientras de San Fernando a Finisterre te puedes ir por autovías casi todo el camino y sin pagar un puto duro.
Harto de que si opto por el tren, al llegar a Tarragona haya tramos donde solo hay una puta vía (dos míseros railes) para los dos sentidos (norte y sur) y que hemos de compartir pasajeros y mercancías. Harto de ir en trenes de los años 70 que tras 150 km te dejan la espalda como si hubieras jugado toda la tarde de defensa en los Dallas Cowboys y no hubieras visto venir ni una. Y no exagero un pelo.
Harto de que teniendo más industria que nadie, de que a pesar de que por nuestras carreteras y autopistas transcurre todo el tráfico de mercadería de fruta y hortaliza que cada día va y viene de Almería y la zona de Levante hacia Europa te digan que esperes dos años más para el corredor del Mediterráneo y que al final se lo van a hacer pasar por Zaragoza… harto de subnormaladas como esa, como la de tener un aeropuerto puntero capado para beneficiar a Barajas, harto de operaciones y empresas como el proyecto Castor frente a la costa del Delta, que encima le hemos tenido que pagar a Florentino… Y hay más, y lo sabes, y no es justo.
¿Y qué ha pasado, porqué hemos dicho basta ahora, justo ahora?
En realidad ha pasado en Madrid, no aquí. El PP llegó al poder en el peor momento de la crisis, después de haber prometido el oro y el moro, y agotado el cuento de la herencia recibida, porqué no arremeter contra los catalanes (polacos nos llaman) que siempre ha tenido buena prensa, o por lo menos no ha quitado votos, así que tumban el Estatut d’Autonomia y encuentran en ello la traca perfecta para meter ruido y que no se hable de nada más, y lo hacen después de llevar refrendado en referéndum por el pueblo casi tres años, meándose en la boca de todos y diciéndonos que llovía… y el resto, ya lo sabes, la manifestación de 2011 y 2012, la vía Catalana, la V, la Meridiana… y te aseguro que no nos gustan las manis, pero cuando son necesarias, cuando te pasan el rodillo por encima, o haces esto o te tiras al monte con un trabuco.
¿Qué ha hecho Madrid desde su posición de garante de mis derechos? Amenazar, insultar, mentir, prohibir… eso cuando les ha sobrado tiempo entre Gurteles, ERES andaluces, Púnicas, y prohibiciones: no han parado de generar independentistas ellos, cada vez que hacían una declaración o tomaban una decisión.
El infame Wert queriendo españolizarnos, la prohibición de hacer un referéndum, los demócratas de pastelina estos, el 9N, la suspensión de la ley de Pobreza Energética para garantizar luz, agua y gas en hogares sin ingresos, la casi prohibición de que te instales legalmente un panel solar a base de normativas absurdas y de poner impuestos al Sol (sí, lo que lees), la suspensión del Impuesto a los Depósitos Bancarios y Fondos de Inversión… etc.
España no tiene arreglo, o igual sí, pero nosotros, los independentistas, hemos perdido la esperanza, porqué visto lo visto, creemos que a estas alturas es más fácil construir un país nuevo que arreglar éste.
Y ahora preguntadme: ¿Y Pujol? Un hijo puta, amigo de vuestros hijo putas. ¿Y Mas? Pues seguramente otro, pero es un tahúr hábil, nadie puede decir si es que se ha subido al carro de la independencia porqué no le quedaba más remedio, o realmente quiere pasar a la historia como el presidente que escuchó la voz de su pueblo… pero es que da igual, si Mas plega mañana, esto no lo para nadie porqué es ya la decisión de la gente, y si él mismo pretendiera pararlo, no podría y el pueblo le pasaría por encima como ocurrió en 2011. Y no olvides que los independentistas no los adoctrina Mas, los adoctrinan los Wert, los Rajoy, los Felipe González, los Aznar, los Fernández Díaz, los Monago… esos son los grandes éxitos del independentismo.
Creo que solo hay motivos sentimentales para oponerse a la independencia, no me sirven los legales cuando la Constitución la reforman para pagar la deuda en una semana y el Tribunal Constitucional para enchiquerar al Mas si se pone a tiro en otra.
No me sirve el argumento de que la independencia no solucionará las cosas, porqué no lo espero, solo espero que la independencia permita que podamos dotarnos de herramientas que sí lo hagan, y además pregunto ¿siguiendo como estamos sí se va a solucionar lo que en 30 de transición no se ha arreglado?
Los vínculos históricos tampoco me sirven… la historia es algo vivo y se escribe en el presente, es un deje nostálgico, lo que nos une nos va a seguir uniendo siempre, en cambio, lo que nos separa solo puede dejar existir si nos vamos.
Las cifras que algunos dan del déficit de Catalunya, de que si las pensiones, de que si nos vamos a morir de hambre… no son ciertas, forma parte de la táctica del miedo… porqué si la independencia fuera mala para Catalunya, es que ya nos la habrían dado.
Con todo el cariño, y esperando que me entiendas, amigo mío: separados, estaremos mejor.